La Asociación de Belenistas de Ciudad Real no sólo compone el Belén Monumental del Antiguo Casino, también lo hace en el Belén Napolitano del Ayuntamiento que, desde el año pasado, se ha incorporado a la ruta belenista de la ciudad. Se podrá visitar desde el 6 de diciembre hasta el 7 de enero en los bajos del Consistorio ciudadrealeño.
Jesús Torres, belenista de Ciudad Real, explica que este año se han basado en 'El sueño de Benino' para crear un belén napolitano que promete asombrar a los visitantes. Todo cobra vida alrededor del pastor Benino, que sueña que el Niño Jesús nace en el siglo XVIII en Nápoles, y que será el redentor y el faro de un mundo justo, en paz y prosperidad.
Esta representación, comenta Torres, además de la narrativa onírica del pastor Benino, símbolo del nacimiento de la Iglesia en medio de las ruinas del mundo pagano, también se enriquece con nuevas figuras y una detallada escenografía que rememora la vida en la Nápoles del siglo XVIII. Entre las novedades destacan 11 figuras inéditas del taller gaditano 'Vázquez y Luna', de Medina Sidonia. Entre estas piezas, que combinan realismo y delicadeza artesanal, figuran un tabernero, un guitarrista, niños en actitudes lúdicas, un jugador de cartas y un caballo destinado a los Reyes Magos, además de un gato que añade un toque de cotidianidad a la escena.
Nuevas figuras del Belén Napolitano - Foto: LTComo complemento, se ha construido una taberna al más puro estilo napolitano dieciochesco, un espacio que fusiona elementos arquitectónicos históricos con escenas de la vida diaria. Raúl Domínguez, maestro belenista y este año responsable de la nueva construcción de la taberna en el belén napolitano, coge distancia y dice: «Quizás podríamos poner ahí una columna». Ahí todo se hace con el consejo de otro. Torres explica que es importante la visión de otras personas: «Cada uno lo ve de una manera, y es enriquecedor».
La narrativa onírica se desarrolla en tres escenarios principales: el mundo sagrado (Nacimiento), el mundano (taberna) y el oriental (los Reyes Magos y su cortejo). En la taberna, que es el escenario principal elegido por la Asociación de Belenistas, los detalles reflejan la vitalidad de la época, con personajes jugando a las cartas y cocinando, rodeados de barriles de vino y utensilios de cocina, gente de mal vivir, borrachos… Torres comenta que en el sueño de Benino «está lo sagrado y lo profano, lo divino y lo mundano».
En el centro de la composición, Cristo nace entre ruinas clásicas, un potente símbolo del nacimiento de la fe cristiana. La llegada de los Reyes Magos con su esplendoroso cortejo completa esta escena, con uno de ellos montando un majestuoso caballo de la época. Esta parte del mundo oriental está basada en una visita que la embajada del imperio otomano realizó a Carlos III en Nápoles, «con sus músicos y sus instrumentos tan particulares», dice Torres.
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El belenista subraya que cada figura y elemento escenográfico ha sido diseñado con meticulosidad, siguiendo la tradición del belén napolitano, donde el trabajo de escultores, pintores, sastres y otros artesanos cobra protagonismo. Así, «como con todos los belenes, intentamos transmitir un mensaje catequético, manteniendo al Niño Jesús y a la Sagrada Familia como el foco central de la creación».