Piden evitar la pérdida de choperas y alamedas

EFE
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La organización ecologista ha señalado este martes que los chopos y álamos ya no pueden sobrevivir en esas condiciones y que se hace necesario sustituir a los ejemplares muertos por especies más resilientes.

Ecologistas en Acción Ciudad Real ha pedido a las distintas administraciones evitar la pérdida de las choperas y alamedas de los parajes de El Peral y Las Aguas, en Valdepeñas (Ciudad Real), que se está produciendo debido al descenso del nivel freático por la extracción incontrolada de agua para cultivos leñosos intensivos en estas zonas verdes.

En un comunicado de prensa, la organización ecologista ha señalado este martes que los chopos y álamos ya no pueden sobrevivir en esas condiciones y que se hace necesario sustituir a los ejemplares muertos por especies más resilientes.

Los ecologistas han recordado que se está perdiendo un árbol como el álamo o chopo, conocido popularmente como el árbol del pueblo, "tan arraigados a la cultura y tradiciones de esta tierra" y que han estado ligados a las sociedades humanas desde tiempos inmemoriales "por su generosidad a la hora de proporcionar sombra y madera".

El chopo es un árbol de crecimiento rápido, por eso necesita que sus raíces estén cerca del nivel freático donde se encuentra el agua en el subsuelo, para poder absorberla y enviarla a los extremos más altos de sus ramas.

En Valdepeñas, los chopos siempre han estado presentes de forma natural o cultivada en zonas de cañadas y arroyos y han sido utilizados por su sombra y porque proporcionan zonas verdes en las áreas residenciales y periféricas formando frondosas choperas en estos parajes naturales.

Ahora, han apuntado los ecologistas, "se están perdiendo por la sobreexplotación del agua subterránea para riego en los cultivos intensivos circundantes", lo que ha llevado a estas zonas verdes "a una situación irreversible".

Según la organización, estos espacios "han de recuperarse y eso, necesariamente, pasa por una planificación adecuada de las especies que han de sustituir a los chopos y álamos, cuya viabilidad ya no es posible en estos parajes".

Por todo ello, han solicitado la reposición de los árboles muertos y su sustitución por especies más resilientes, aunque sean de crecimiento más lento, como almeces, morenas, olmos, fresnos, panginos y encinas.