A la cárcel once años por abusar de un menor en Tomelloso

Manuel Espadas
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La Audiencia Provincial declara culpable a A. R. C. de un delito continuado de agresión sexual a un niño de 12 años, al que deberá indemnizar con 30.000 euros

El acusado, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ya hay sentencia acerca del juicio que sentó en el banquillo a un hombre de Tomelloso de 51 años de edad, acusado de un delito continuado de agresión sexual contra un niño de 12 años, miembro de una familia que conocía y al que se llevaba a una parcela para que, en teoría, le ayudara en las labores agrícolas, pero donde habría abusado de él hasta en diez ocasiones, llegando incluso a la penetración anal. Así se desprendía del escrito de la Fiscalía y de la acusación particular, a los que básicamente ha dado la razón el tribunal, aplicando al encausado una pena de once años de prisión, diez años de alejamiento de la víctima y cinco años más de libertad vigilada, una vez cumplida la pena privativa de libertad.

Además, la sentencia le condena al abono de 30.000 euros a la familia del menor en concepto de responsabilidad civil por los daños morales y psicológicos causados, y a cumplir  otros 15 años de inhabilitación para cualquier profesión que implique contacto regular con menores. Igualmente, se le condena al pago de las costas procesales, incluidas expresamente las de la acusación particular.

Así pues, los hechos declarados probados en esta sentencia son prácticamente iguales a los de los escritos de acusación. En ellos, el ministerio público solicitaba una pena de 12 años de cárcel y una indemnización de 15.000 euros, mientras que la acusación particular pedía 16 años de prisión y 80.000 euros de responsabilidad civil.

Hasta en diez ocasiones

Según los escritos de las acusaciones, A. R. C. habría agredido sexualmente al menor, aprovechando que se lo llevaba a unas parcelas agrarias de su propiedad para ayudarle con las labores, a cambio de una pequeña retribución económica. El condenado, en el verano de 2022, empezó a llevarse consigo a este menor, del que conocía su edad al pertenecer a una familia de su entorno cercano. «Con ánimo libidinoso o propósito de obtener una satisfacción sexual», le bajaba los pantalones y calzoncillos, le realizaba tocamientos en el pene, se masturbaba en su presencia y le penetraba analmente, tras aplicarle crema en el ano. Lo habría hecho hasta en una decena de ocasiones, las tres primeras en una caseta de campo de la parcela, limitándose a desnudarlo y a los tocamientos, y las siete restantes en otra caseta diferente de la misma parcela, ya procediendo a la penetración y a la posterior eyaculación.