El grupo Dynamo encabeza una petición de ayuda que ha concedido el Ministerio de Ciencia e Innovación, a través de la Agencia Estatal de Investigación, y que permitirá construir una nave que servirá para continuar los estudios de vibraciones que vienen realizando estos investigadores de la Escuela de Industriales de la UCLM. La dotación busca «construir un laboratorio para el estudio de vibraciones de grandes estructuras móviles» en Ciudad Real y que, entre otras cosas, permitirá dar continuidad a los estudios que este grupo viene realizando, centrados muchos de ellos en el ferrocarril. Será una inversión aproximada de 1,2 millones de euros, unos 500.000 euros para la construcción de la estructura y 600.000 para dotar el laboratorio, y la intención es construirla en el Instituto de Investigaciones Energéticas y Aplicaciones Industriales (IDAE), que tiene su sede en el camino de Moledores, para abrirla a todos los grupos de investigación de la UCLM, que es quien ha recibido la subvención.
Publio Pintado es el catedrático que encabeza este grupo de investigación que se centra en analizar las vibraciones y, en concreto, su relación con el confort. «Todos los vehículos tienen componentes estructurales que como particularidad se mueven», explicó Pintado, y esto implica que están sometidos a vibraciones. «El estudio de la estructura, cómo vibra y sus características estructurales, es un conocimiento que ayuda a mejorarlas», les dota de seguridad, pero además el confort es clave para que puedan ser utilizadas por los viajeros. En este sentido, el catedrático apunta que no es un elemento accesorio, porque nadie se montaría en un tren si estuviera sometida a «un centrifugado incesante».
Para hacer ensayos en estas estructuras se necesitan instalaciones sofisticadas en las que se encuentre la infraestructura. La que habrá en Ciudad Real contará con un coche de tren, un Talgo que les cederán, y excitadores, instrumentos que hacen que la estructura vibren y que imitan la vibración que tendría a ciertas velocidades, por ejemplo. Lo último son sensores que miden las vibraciones en varios puntos. Se trata de un laboratorio que ya existe en Caminos, para otros estudios, o que también tiene, a menor escala, Industriales, donde Dynamo ya ha realizado numerosos estudios sobre vibraciones relacionadas con el ferrocarril.
Ahora, al no contar con espacio para las grandes infraestructuras, lo que hacen los investigadores es tomar partes de un coche de tren, cortes de las planchas de los que están formados para realizar estudios. Por ejemplo, este grupo de investigación ha realizado estudios de confort de un nuevo tren Talgo que «se verá circulando por las vías pronto». Se trata del Avril, siglas de alta velocidad ruedas independientes ligeras, que será uno de los series 100, como los nombra Renfe. «Nosotros hemos hecho ensayos de confort», tanto en el laboratorio como en el propio coche, «cargado y vacío».
la velocidad. Este tipo de estudios, apuntó Pintado, es una de las claves que permite aumentar la velocidad de los trenes, porque «el 'disconfort', con el aumento de la velocidad, es brutal» y, por ejemplo, uno de los objetivos con los nuevos trenes es llegar a 360 kilómetros por hora. De hecho, entre los motivos que han marcado la concesión de esta infraestructura a la UCLM se encuentra que Dynamo es uno de los grupos de investigación que trabajará para ver si es posible que los trenes AVE puedan viajar en las vías actuales a una velocidad de 500 kilómetros por hora. «Este es un objetivo que se alcanza paso a paso», señaló, «faltan un millón de pasos que tendrán que dar grupos de investigación en todo el mundo, pero si podemos dar un pasito nosotros, mejor». La clave está en investigar, por un lado, que no haya probabilidad de descarrilar a esa velocidad, «que sea seguro y eso parece garantizado», y la otra es la comodidad, que se cancelen las vibraciones que permita a los viajeros montar en el tren, para lo que ya están trabajando con distintos modelos, como los actuadores piezoeléctricos.
Más allá del tren o de este proyecto, el grupo confía en la futura infraestructura, uno de los dos edificios de nueva planta previstos por la UCLM en Ciudad Real. El otro es el Campus Biosanitario donde estará la facultad de Medicina, que permita trabajar en otros sectores como de la aviación, donde «la problemática es similar» a la de los trenes.