Madrileños, andaluces y castellanomanchegos traducirán las buenas expectativas del sector turístico ciudadrealeño de este verano en cifras de ocupación que, en los últimos años han ido creciendo. El verano se consolida como la temporada alta de turismo provincial de la mano, sobre todo, del visitante madrileño. Así lo estima el INE, que igual que coloca en el mapa la señal de los móviles de los ciudadrealeños, de forma anónima, cuando salen de la provincia, también permite comprobar, con la misma tecnología, de dónde vienen los turistas que visitan Ciudad Real.
A la cabeza aparecen los madrileños. Casi la mitad de los que la estadística del INE sitúa como visitantes en la provincia han llegado de la Comunidad de Madrid. Los segundos, los toledanos; los terceros, los valencianos; los cuartos, los llegados de Albacete; y los quintos, los de otra provincia limítrofe, los de Córdoba.
Y a la hora de poner destino, los visitantes se van a la capital. Ciudad Real fue el primer destino del visitante en la provincia durante los meses de julio y agosto del pasado año, con casi el ocho por ciento de los turistas contabilizados por el INE, algo más de 33.000. El segundo punto con más turistas fue Alcázar de San Juan, que roza los 30.000 visitantes, y completa el podium Valdepeñas. La ciudad del vino atrae, según la estadística experimental del INE, a más de 18.000 turistas en los meses fuertes del verano. En esos tres destinos hay más visitantes en julio que en agosto, aunque el próximo mes que aparecerá en el calendario será el que más turistas deje en la provincia. Tomelloso es el cuarto destino; Puertollano, el quinto, a los que siguen Manzanares, Socuéllamos, Almagro, Daimiel y Malagón.
Una llegada de turistas que no afecta por igual a los municipios de la provincia. Por ejemplo, este mes de julio, Fuenllana, que tiene apenas 200 habitantes, recibirán una cifra de visitantes que multiplica por seis sus cifras de población y en agosto, por ocho. En Ruidera también quintuplicarán sus cifras de habitantes estos meses, como también pasará, si se repiten las visitas del año pasado, en pequeños pueblos como Caracuel de Calatrava, Anchuras y Navalpino.