La Semana Santa, una luz sin tiempo

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Barba abre la puerta grande de la Semana de la Pasión con un magno pregón que conquistó al público con su prosa poética y en el que no faltaron reivindicaciones

Miguel Barba recibe un reconocimiento como pregonero de la Semana Santa, en presencia de Yolanda Gómez y Francisco Cañizares.

Ciudad Real abrió la puerta grande de su Semana Santa de una manera cofrade y castellana, con la prosa poética de un amante de las tradiciones, Miguel Barba Ortiz, que este año puso su voz al magno pregón de una celebración religiosa que está declarada de Interés Turístico Nacional. Desde sus vivencias más profundas y con conocimiento exhaustivo de las hermandades de pasión de la capital, hizo un recorrido desde El Perchel hasta los Remedios, pasando por recuerdos personales y vivencias íntimas, levantando los aplausos de los más y menos cofrades.

Miguel Barba recibió cerca de cinco minutos de aplausos de un público entregado a los versos y prosas de una clase magistral, de origen de la Semana Santa, teología, patrimonio y conocimiento de cada hermandad de Ciudad Real. Pero también hubo momentos para reivindicaciones cofrades con «la luz hueca del Lunes Santo», en referencia al único día de la Semana de Pasión ciudadrealeña sin procesión en la calle, y la imposibilidad de salidas procesionales desde la iglesia de Santiago. En una entrevista previa concedida a este diario, el pregonero también instó a reivindicar la Semana Santa de Ciudad Real: «Su recorrido será el que quieran darnos los políticos y el que luchemos los cofrades porque nos den».

Barba comentó que la declaración de Interés Turístico Nacional de la Semana Santa de Ciudad Real es un reconocimiento «más que merecido» y, sin desmerecer a otras celebraciones, entiende que, «por implicación social, repercusión y patrimonio cofrade, a pesar de los estragos que hizo la Guerra Civil, tiene más nivel que otras que ya son internacionales». Aboga, en este sentido, por no dejar pasar el tren de la internacionalización, ahora que desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se pretende apoyar el proyecto de la Ruta de Pasión Calatrava.

Durante su pregón, Barba hizo también un recorrido de amor y cariño a la ciudad que le vio nacer, crecer y poder pregonar, hasta en cinco ocasiones, las bondades de algunas hermandades como la de la Flagelación, su hermandad, el Cristo de la Piedad, la Juventud Cofrade, el Descendimiento, la exaltación del Cristo de la Piedad y la hermandad de Las Palmas. E invitó a los presentes a vivir la Semana Santa con la siguiente cita: «Por eso los cofrades estamos llamados, año tras año, siglo tras siglo, ayer, hoy y siempre, a esta luz sin tiempo que es la Semana Santa».

una descripción emocional. Y es que con su pregón, titulado 'La luz del tiempo', realizó «una descripción emocional» de lo que representa para la Semana Santa, con un hilo argumental con el que se sintieron muy identificados todos los cofrades». «Una de las cosas más bonitas que le puede pasar a un cofrade es ser el pregonero de la Semana Santa de su ciudad», confesó a La Tribuna, recordando sus primeros pasos en el mundo cofrade de la capital como nazareno de la Santa Cena, la hermandad de los estudiantes, cuando su vecino Luis Castillo era hermano mayor, antes de despedir a la niñez para saludar a la adolescencia. Más adelante se apuntó a la hermandad de la parroquia de su barrio, la Flagelación, y empezó a salir de costalero con 16 años.

Miguel Barba es licenciado en Derecho y cuenta con un máster en Derechos Fundamentales de la Universidad de Castilla-La Mancha. Además, es diplomado por la Escuela de Práctica Jurídica del Ilustre Colegio de Abogados de Ciudad Real y ejerce como jefe del Servicio de Contratación Patrimonio y Oficina de Atención al Ciudadano en el Ayuntamiento de Ciudad Real. La fotografía cofrade es una de sus grandes aficiones. Ha colaborado en la edición de diversos carteles y en los libros Imagineros de la Luz y Passio, del salesiano Joaquín Torres. Suma dos premios, uno a nivel local y otro de ámbito nacional: «Soy autodidacta y me gusta, pero reconozco que mi nivel es medio-bajo», admite con humildad.