Paula Sevilla (28-6-1997. La Solana) lleva trabajando desde el año 2017 con el relevo 4x100 de la selección española y es una de las elegidas para representar al equipo español en los Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, al no tener la mínima exigida para los 200 metros lisos por la Federación Española no fue convocada para esta prueba, a pesar de que podía hacerlo por el ranking mundial.
¿Cómo se siente ahora que han pasado ya unos días desde su convocatoria oficial para los Juegos Olímpicos?
Cuando recibes la noticia no sabía cómo asimilarlo. Lo hablé con el psicólogo y todo forma parte de un proceso. Es algo que has pensado tanto, que lo has buscado tanto, que cuando lo consigues no sabes cómo reaccionar. Me costó procesarlo, pero conforme pasa el tiempo, vas hablando con los tuyos, la gente te llama y lo valoras mucho más.
En su caso ha sido un proceso muy largo para terminar recibiendo esta llamada...
Todo es fruto de un camino. Desde 2017 llevo trabajando con el equipo de relevos. No he faltado a una concentración ni a una competición con el equipo nacional. Cuando fue oficial que por primera vez en la historia el relevo 4x100 femenino español estaba clasificado para unos Juegos Olímpicos, piensas que es un orgullo, pero faltaba conocer los nombres y que yo estuviera ahí. He vivido todo este proceso del crecimiento de la velocidad y es un éxito compartido. Vamos seis atletas por una prueba y este trabajo colectivo en un deporte individual me da mucha alegría.
Ese buen ambiente que viven en el equipo, ¿ha sido clave en esta clasificación?
Todo es fruto del trabajo de muchos años. Individualmente la velocidad ha crecido mucho en España. Antes se ganaba un Campeonato de España en 100 metros lisos con 11.80 y ahora, con esa marca, no te metes ni en la final. Esa mejora individual se ha trasladado al relevo. Además, las chicas que formamos el equipo llevamos trabajando mucho tiempo. Entonces, se ha forjado una amistad, una relación que va más allá de las pistas y juntas estamos convencidas de que somos más fuertes. Solo Jael Bestué va a hacer una prueba individual, o sea que el objetivo es compartido. Hemos vivido muchas concentraciones y estamos muy unidas. Realmente, somos una familia. Por ejemplo, veo mucho más a Sonia Molina que a mis propios padres. Es un grupo que ha crecido y que está ya hecho y ahora tenemos este mes para afinar los detalles, perfeccionar la técnica y mejorar individualmente cada una.
¿Cuál será el objetivo en estos Juegos Olímpicos?
En unos Juegos Olímpicos están los mejores y es lo que prepara todo el mundo durante 4 años o incluso más. Debemos ser ambiciosas. Individualmente no somos una potencia, entonces nuestra baza deben ser los cambios. Hay que hacer récord de España para ir pasando rondas. Ves la inscripción y están las mejores, pero España también. Si nos preparamos a conciencia y perfeccionamos unos detalles podemos batir ese récord de España y llegar a la final. Ahora bien, tiene que salir todo perfecto el día señalado.
¿Fue muy duro conocer que finalmente no era seleccionada para la prueba de 200 metros lisos, a pesar de poder estarlo por su ranking mundial?
Fueron sentimientos encontrados. Los criterios se conocían desde el año anterior y sabía que si no bajaba de 22.80 no iba a ir a París. Durante toda la temporada he corrido muy nerviosa, muy tensa, porque me veía con opciones de ir a esa prueba individual. Cuando salí del ranking, me di cuenta de que aunque hiciera 22.80, a lo peor, tampoco luego iba. Luego volví a entrar en el ranking, era la 47 de la 48, así que era una plaza que me había ganado y tengo que estar orgullosa por ello. Pero por otro lado sé que no he bajado de esos 22.80 que me pedían y que por eso no voy. Sé que tengo que perfeccionar aún más para poder estar en esos tiempos. Me quedo con la parte positiva, que es ir con el relevo, y poder disfrutar de esa experiencia.
¿Cómo fue la vuelta a casa en La Solana?
Soy una persona muy familiar. Desde que salió la lista y hasta que llegué el domingo a mi casa fue un tiempo que se me hizo largo. Cuando llegué a casa ya lo vas asumiendo. Cuando estás con los tuyos es cuando te das cuentas de que haces feliz a mucha gente. Esto es mérito de todos porque mis padres se esforzaron mucho al principio y siguen esforzándose para acompañarme. Ahora estoy intentando conseguir que ellos vayan a París.
¿Soñaba de niña acudir a unos Juegos Olímpicos?
Yo no pensaba ni buscaba los Juegos Olímpicos. Según vas creciendo y vas participando en competiciones se va forjando esa idea. Para Tokio quedé en el ranking en la posición 58 de las 56 que iban y ahí me di cuenta de que sí podía ir a los Juegos Olímpicos. Con el relevo pasa igual, según hemos ido progresando hemos pensado que podíamos. Los Juegos Olímpicos es el sueño de cualquier deportista. Para mí, atletismo y natación son los deportes reyes de unos Juegos y ahí vamos a estar.