La publicación el pasado 28 de diciembre por parte del Gobierno central del decreto que regula las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) puso 'patas arriba' los planes del Ayuntamiento de Ciudad Real para implantar esta área en la capital, lo que, aunque en un primer momento se anunció para el 1 de enero, finalmente quedó aplazó sin fecha.
El Ayuntamiento de Ciudad Real trabaja ahora en adaptar al decreto la ordenanza que había promovido con el fin de que vaya en sintonía con lo que determina el Ejecutivo central de cara a la puesta en marcha de las Zonas de Bajas Emisiones en España. Se trata de una ampliación de la ordenanza municipal que requiere de la realización de ciertos estudios para los que el Consistorio está barajando la posibilidad de externalizarlos.
Así lo indicó a este diario la concejala de Movilidad, Raquel Torralbo, quien reconoció que «se amplía bastante con respecto al borrador con el que habíamos estado trabajando».
De este modo, comentó que se están analizando las cuestiones que deben ser objeto de cambios y de nuevos artículos de cara a la redacción final de la ordenanza municipal, una labor de ampliación de la normativa local para la que el Consistorio está sopesando la adjudicación de algunos estudios a una empresa privada a fin de descargar parte de ese trabajo a los técnicos municipales, que redactaron el borrador de la ordenanza municipal a marchas forzadas para cumplir con el plazo que inicialmente marcaba el Gobierno: el 1 de enero de 2023.
Sin embargo, a tan sólo tres días de ese plazo, el Gobierno central publicó las reglas a aplicar en las Zonas de Bajas Emisiones, de manera que el Ayuntamiento echó el frenó a su implantación y tampoco llevó al último Pleno del año, el del viernes 30 de diciembre, la ordenanza municipal que debía regularlo.
La Zona de Bajas Emisiones ha sido objetivo de enfrentamiento político en el Ayuntamiento, ya que los grupos de la oposición criticaban principalmente la falta de participación para su planificación. No obstante, la Zona de Bajas Emisiones, ahora sin fecha, pasará de nuevo por los consejos ciudadanos, aunque en principio, el Ayuntamiento no es partidario de reducir su tamaño, que en principio abarcará todo el interior de la ronda.