Seis de cada diez adultos españoles está por encima de su peso recomendado. En concreto, casi un 40 por ciento tiene sobrepeso y el resto obesidad. Muchos de ellos han intentado bajar de peso por su cuenta pero no han tenido éxito porque no hay una dieta que valga para todo el mundo. Se cree que los kilos de más son un problema de alimentación y no siempre es así, hay otros factores genéticos y ambientales que juegan un papel fundamental para pesar más de la cuenta.
Expertos como Miguel Ángel Rubio, vicepresidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), aseguran que es importante acudir al médico para perder de peso porque ningún caso debe darse por imposible, ya que a pocos kilos que se bajen, se notará la mejoría y se disminuirá el riesgo de padecer otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión, la insuficiencia cardiaca o la apnea del sueño.
Para concienciar sobre la obesidad, su abordaje y el alcance que tiene esta enfermedad crónica Novo Nordisk ha puesto en marcha la campaña “Hablemos de obesidad”, una iniciativa desarrollada en colaboración con la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y la SEEN. Para que esta llamada de atención llegue a toda la población ofrecerán a pie de calle análisis de composición corporal.
Hasta la fecha, se ha realizado el estudio a cerca de mil personas y se ha informado a más de 4.000 sobre los riesgos asociados al sobrepeso y la obesidad. Domenico Forte, director de la Unidad de Obesidad del laboratorio considera que es necesario “un abordaje completo para luchar contra esta pandemia”. En este sentido, apunta que hay cuatro aspectos claves a tener en cuenta: una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular, apoyo psicológico por parte del entorno y un tratamiento farmacológico cuando el especialista lo considere oportuno.
No es un problema de alimentación
La obesidad es una patología muy estigmatizada, precisamente, porque la sociedad cree que se trata de un problema estético y de alimentación cuando en realidad su impacto y su biología es mucho más complejo.
Esta falta de entendimiento y los prejuicios de la sociedad han hecho que no se reconozca la obesidad como una enfermedad, lo que ha hecho que la atención sanitaria y los recursos “estén claramente infradotados”, a juicio del dr. Rubio, quien reconoce que “los principales escollos con los que nos encontramos los profesionales sanitarios en el tratamiento son, entre otros muchos, que no contamos con otros profesionales cualificados para afrontar mejor la terapia integral y multidisciplinar que requiere, ni con el suficiente tiempo de atención en las consultas médicas”.
Por otra parte, las listas de espera para las cirugías de obesidad son muy prolongadas y no se dispone de financiación de fármacos para tratar la obesidad en ninguna condición.