La Semana Santa constituye en sí misma un atractivo turístico de primer nivel en la provincia de Ciudad Real, con dos celebraciones, la Semana de Pasión de la capital y la Ruta de la Pasión Calatrava, que están declaradas fiestas de Interés Turístico Nacional. Las de Daimiel, Villarrubia de los Ojos y Campo de Criptana, por su parte, presumen de reconocimiento regional. Estos días festivos, además, entre procesión y procesión, el visitante tiene la oportunidad de descubrir los innumerables tesoros que alberga el territorio y su rica y variada gastronomía, convirtiéndose en uno de los destinos de interior más atractivos.
Ciudad Real cuenta con una oferta de naturaleza de primer nivel. Pocos territorios pueden presumir de dos parques nacionales, Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, y otros dos naturales, las Lagunas de Ruidera y Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Y todo ello sin olvidar los paisajes volcánicos y los complejos lagunares que se extienden por una superficie de cerca de 20.000 kilómetros cuadrados.
Asimismo, la provincia cuenta con una larga y compleja historia de unos 500 millones de años de actividad volcánica, que la Diputación de Ciudad Real ha dado forma en el proyecto Geoparque. Volcanes de Calatrava. Ciudad Real, que está pendiente de la aprobación definitiva por parte de la Unesco. Supondrá un revulsivo turístico de primer nivel para el territorio, ya que involucra a casi la mitad de los municipios y cuatro grupos de acción local. Geositios como el volcán de Cerro Gordo, en Granátula de Calatrava, y la laguna de La Inesperada, en Pozuelo de Calatrava, disponen ya de centros de interpretación.
Escapadas turísticas entre procesiones
- Foto: Rueda VillaverdeLas minas de Almadén, junto con las de Idrija (Eslovenia), fueron incluidas en la Lista del Patrimonio Mundial en el año 2012. Representan los máximos ejemplos de depósitos de mercurio en el mundo, así como las más importantes colecciones de tecnología relacionada con la extracción de dicho material que han llegado hasta nuestros días. La visita al corazón de la mina almadenense es una experiencia única.
Y si hablamos de patrimonio cultural y artístico, la visita a Villanueva de los Infantes y Almagro es obligada. La primera localidad destaca por su espectacular plaza Mayor, de principios del siglo XVII, y el Convento de Santo Domingo, el lugar donde murió Francisco de Quevedo; en la segunda sobresale el Corral de Comedias, el único teatro del siglo XVII que conserva su estructura original y que fue construido en 1628 como mesón y casa de comedias.