Dicen que todo en esta vida llega y la esperanza es lo que Emilio de Justo (Torrejoncillo, Cáceres, 1983) nunca ha perdido. Curtido en mil batallas, se ha ganado estar donde está. Viene de descerrajar puertas grandes de España y Francia y su nombre aparece en los carteles junto a los nombres más importantes. El sueño se ha cumplido: Emilio de Justo es figura del toreo.

¿Emilio de Justo es feliz?

Estoy viviendo el momento que siempre he soñado. Como bien dices, estoy en las ferias importantes y en carteles rematados, y, por ello, estoy viviendo un momento muy feliz. Ahora lo importante es seguir en esta línea.

Para llegar a este momento, a lo más alto, ha tenido que pasar las de Caín…

Ha habido momentos muy duros, pero la afición me ha podido y es lo que me ha ayudado a seguir luchando. Un momento clave que me ayudó a seguir adelante fue en Colombia. Un par de festejos me abrieron puertas y siempre digo que es el momento que me dio moral y fuerzas para relanzarme.

¿Quién es el principal enemigo de la tauromaquia? La pandemia, los políticos o los antitaurinos...

Sinceramente, lo único que me preocupa es la pandemia. Muchos profesionales lo han pasado mal por no llegar ingresos a sus familias. Lo otro me es indiferente mientras haya empresarios valientes que organicen festejos como el de Alcázar y una afición que responda y se manifieste llenando plazas.

En 2018, entró en Daimiel por la vía de la sustitución. Mucha gente en la provincia no le conocía y dudaba del torero que sustituía a Sebastián Castella. Esa tarde su triunfo fue rotundo. En 2019, su inclusión en el cartel fue recibida con los brazos abiertos ¿siente el reconocimiento de la afición?

En mi tierra la afición siempre ha sido fiel. Pero cuando de verdad sentí al aficionado cerca fue tras los primeros triunfos en 2017-2018. De ahí en adelante el calor de la gente ha ido sumando a la vez que mi motivación. Gracias a los festejos y a las puertas grandes, mi nombre empezó a sonar y me dieron muchas oportunidades. Una oportunidad era una plaza nueva y era una posibilidad de dar un paso adelante. Saliendo a jugarme la vida y con un toreo clásico que es el que creo, el aficionado siempre me ha respondido y por ello he sentido calor y apoyo.

El presente es Alcázar de San Juan. El domingo usted se acartela con Antonio Ferrera y Roca Rey. ¿Cuáles son sus impresiones?

Es un cartel muy bonito. Ferrera se encuentra en un momento extraordinario, es pura inspiración y verlo en la plaza es magia. Y Roca Rey… qué vamos a decir. Le vale cualquier toro y tiene la capacidad de levantar al público en cualquier momento. Somos tres estilos muy diferentes, pero perfectamente compatibles para rematar un cartel de expectación como este. Tengo unas ganas tremendas de que llegue el domingo y disfrutar del cartelazo. Mi felicidad es torear.

¿Qué le dice a la afición de Ciudad Real para que acuda al festejo de Alcázar de San Juan?

Quiero mandar un saludo a la afición de Ciudad Real, agradecerle el cariño mostrado y emplazarle al domingo, a las 18.30 horas, en la plaza de toros de Alcázar. Vamos a dar una tarde importante de toros y por ello no podéis faltar.