El 21 de agosto comenzó la media veda en Castilla-La Mancha, un periodo que se abrió con una novedad:la prohibición de la caza de la tórtola, una de las especies más emblemáticas e importantes en España y en la región, lo que implicará que sea una media veda «muy floja», en palabras de la presidenta de Ática Castilla-La Mancha, Ángela Ormeño.
La prohibición, que ha llegado desde la Comisión Europa para España, Francia y Portugal, no es compartida por el sector cinegético. El presidente de Aproca, Luis Fernando Villanueva, explica que la medida se atribuye a un declive poblacional de esta especie, pero cree que «se debe a cuestiones seguramente ideológicas y de la presión que han ejercido las diferentes organizaciones ecologistas, no ya en Castilla-La Mancha ni en España, sino en Europa». Además, afirma que esta medida tendrá «un efecto contraproducente». «Para nosotros es un error bastante grave, porque en el momento en el que se prohíbe su caza lo que se provoca es dejar de gestionar la especie y es una especie que cuando llega aquí, cría aquí o cuando está de paso, el único alimento que encuentra es el que le echan los cazadores. Esto significará que al tener mucho menos alimento, lo que puede pasar es que su índice de reproducción sea menor».
Por esta razón, comentó que desde Aproca están tratando de animar a que se les siga proporcionando alimentos y bebederos aunque no se puedan cazar, una cuestión que «no es fácil» porque implica la realización de un gasto, pero que se haría con la mirada puesta en el futuro, ya que la prohibición no es definitiva y confían en que se revierta en dos años o el año que viene para aquellos cotos que demuestren la gestión de su hábitat. «Nadie está haciendo una labor de concienciación sobre este tema. Es difícil decirle a un grupo de cazadores que sigan invirtiendo dinero sobre una especie que no gestionan, aunque nosotros animamos a que eso se siga haciendo sobre todo porque para un futuro, las posibilidades de seguir cazando será para aquellos cotos que hagan esa labor de gestión», agregó el representante de Aproca, quien subrayó que han hecho «lo imposible» para evitar que se prohibiera y que ahora lo están haciendo también para que cuanto antes vuelva a ser una especie cinegética.
Mientras tanto, el sector se quedará sin esta especie cinegética. «Nadie entiende cómo se puede tomar la decisión de prohibir su caza sin haber llegado a un acuerdo internacional con Marruecos y Argelia», agregó la representante de Ática, quien recuerda que las aves emigran hacia dichos países y en ellos sí se puede seguir cazando, por lo que cree que se «ha aprovechado para dar una vuelta de tuerca contra la caza».
Y es que, desde Ática y Aproca niegan la mayor: «No ha disminuido la población de tórtolas», afirman, por lo que apuestan por seguir haciendo la gestión cinegética que se venía haciendo. De este modo, la media veda, vigente hasta el 15 de septiembre, permite solo la caza de la codorniz, que se concentra en la zona de Guadalajara; la urraca, que es «absolutamente secundaria», y la paloma torcaz y la paloma bravía, que salva una media veda con bajas expectativas y condicionada también por «la prohibición de la caza del zorro».