"El ser humano busca siempre encontrar algo"

Diego Farto
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Antonio J. Moreno es un profesor de Historia ciudadrealeño interesado en el mundo de lo paranormal. Sus inquietudes le han llevado a crear la revista digital Realidad Daimónica, que se puede encontrar en su blog optioenhispania.blogspot.com.

"El ser humano busca siempre encontrar algo" - Foto: Jesús Monroy.

¿Qué es ese concepto de realidad daimónica?

Es un concepto que acuñó Patrick Harpur, en 2007, sacó un libro precisamente con ese título. Era un estudio antropológico, etnográfico, histórico, sobre cómo a lo largo de la historia ha habido una confluencia entre lo mistérico, lo enigmático, lo paranormal, y la historia del hombre. Planteó que hay una serie de entidades, de figuras que han aparecido a lo largo de toda la historia, en representaciones iconográficas, en el arte, donde son una especie de intermediarios entre los dioses y los hombres. Nosotros hemos hablado incluso del ángel de la guarda, que siempre en la religión judeocristiana lo hemos tenido ahí, como un paradigma. Además, me gusta el concepto.

La interrelación de lo paranormal con lo real, ¿en qué medida afecta a la realidad?

La cambia por supuesto. Somos seres biológicos, pero lo que nos hace trascendentes es precisamente nuestras creencias. A lo largo de la historia, todos los grupos humanos hemos creído en algo. Desde el momento que nacemos estamos programados para morir, pero el ser humano tiene una memoria finita en ese sentido, no pensamos en eso, pero al mismo tiempo buscamos una trascendencia. Creo que eso es lo que nos hace buscar algo más allá. El ser humano busca siempre encontrar algo. Incluso los científicos más ortodoxos decían que no tenían sentido muchas de las cosas que ellos estudiaban y analizaban en los laboratorios, si no se les daba la creencia. Y esa creencia yo creo que todos la hemos sentido en algún momento, por lo menos en mi caso lo he sentido, y mucha más gente.  

¿Qué le llevó a dar forma a esta revista digital?

Siempre he tenido muchísima inquietud por el misterio.  Soy profesor de historia, pero me defino como historiador e investigador. Todos hemos tenido a Indiana Jones como ese superhéroe, pero a la vez ese profesor que investigaba en los museos. En un momento determinado, generé un blog, un poco para dar rienda suelta a algo que me encanta, la comunicación. El blog me llevó a un segundo paso, hacer un podcast, lo hice y lo fusioné con el blog. Con la pandemia llegó una situación familiar difícil y un amigo me sugirió escribir un libro y escribí Diario de un optio en Hispania, a raíz de artículos aparecidos en el blog. También empecé a colaborar con Cuarto milenio, el programa de televisión de Iker Jiménez y Carmen Porter. Fue una colaboración sobre la Nacional 430, la carretera de la muerte. Se dio muy bien, disfruté muchísimo y seguí colaborando, haciendo trabajo de campo, escribiendo. Cuando estaba en medios de comunicación también había hecho una revista, de modo que me puse un poco al día y empecé a hacerla. Por supuesto, en papel es imposible, pero me di cuenta de que podía ser digital. Lancé la primera revista en noviembre, como un experimento, a la gente le gustó continué en diciembre y ahora enero es como un autoregalo.

Uno de los reportajes del número de diciembre se centra en la chica de la curva, y sigue su rastro por toda España, ¿qué hace que esa figura se repita en diversos lugares?

Durante muchísimo tiempo, se ha definido como una leyenda urbana. ¿Quién no tiene una chica de la curva cerca de su pueblo? Pero resulta que investigando históricamente, vemos que las chicas de la curva fueron las chicas del camino, por ejemplo, en el medievo. En países tan diferentes, como Bélgica, Alemania, Inglaterra, España, Grecia, Italia, pero también al otro lado del Atlántico, encontramos relatos de carruajes tirados por caballos, donde transeúntes, viajeros, se encontraban a mujeres, muchas veces con tez pálida, con ropajes antiguos, y el relato es exactamente igual, calcado a las modernas visiones de chicas de la curva. Si son reales o no, no lo sabemos, pero desde el punto de vista etnográfico es apasionante. ¿Qué conecta eso? Yo creo que es la gran pregunta. Y me parece uno de los temas más apasionantes del misterio.

En este campo, ¿cuáles son las fuentes documentales?

Son exactamente las mismas  fuentes documentales que podemos tener al hacer una tesis doctoral sobre el carlismo o sobre el inicio de la religión, la que sea, en un territorio determinado, un periódico. Lo que pasa es que en lugar de la sección de política, te vas a la sección de sucesos. Yo, por ejemplo, manejo mucho la prensa de la hemeroteca nacional, su versión digital es una maravilla con periódicos de los años 50, 60 y 70.