La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA) suma ya casi 40 años de actividad ininterrumpida de intervención en el medio natural para engrandecerlo y conservarlo. El grupo de Ciudad Real, uno de los 50 que hay repartidos por todo el país, inició su andadura en septiembre de 2019 y tiene entre manos un ambicioso reto para recuperar la zona en la que se levantaba el antiguo sanatorio de La Atalaya. Una actuación que ha sido apadrinada por el Proyecto Libera, que desarrolla SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, con el objetivo de apoyar y promocionar acciones locales que buscan acabar con el abandono de residuos en los espacios naturales.

ARBA-Ciudad Real buscaba un paraje en el que poder llevar a cabo la plantación de árboles. Pidió permiso al Ayuntamiento y el concejal de Servicios a la Ciudad, Gregorio Oraá, les recomendó actuar en esa zona, «muy abandonada, incluso antes de la demolición del sanatorio, y a la vez muy emblemática para la ciudad». Así lo subraya la portavoz de este colectivo, Luisa Pinto, que explica que el proyecto apadrinado por Libera se desarrollará en tres fases.

La primera, el pasado 9 de noviembre, consistió en la recolección de bellotas en el parque forestal de La Atalaya. Una actividad en la que participó un nutrido grupo de voluntarios, entre ellos muchas familias. Además, el próximo mes de diciembre pretenden acercarse a la zona en la que llevarán a cabo la reforestación para limpiarla de basura e ir acondicionándola.

Reforestación de una zona emblemática - Foto: Rueda VillaverdeEl proyecto culminará en febrero con la plantación de árboles en la zona del antiguo sanatorio. La mayoría, unas 400 encinas, saldrán de los plantones que miman en el vivero participativo que ARBA tiene en la calle Sol. Pero como no son suficientes ejemplares, pedirán colaboración al centro de El Chaparrillo, dependiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y que suele colaborar con las asociaciones, y también tienen el ofrecimiento de varios particulares, «de personas que tienen su propios viveros en casa».

Recuperación ciudadana. «Es un proyecto al que queremos dar continuidad e implicar a otros colectivos y particulares, para intentar recuperar poco a poco esta zona por parte de la ciudadanía, haciendo también un seguimiento posterior de las actuaciones», subraya la portavoz de ARBA, que ha solicitado apoyo al Ayuntamiento para el riego de los nuevos árboles con una cuba, así como para el transporte de las plantas y los materiales y para la recogida de los residuos. «La asociación y sus voluntarios participan en todo el ciclo: la recogida de bellotas, la plantación y cuidado en el vivero, la plantación en el campo y el seguimiento del árbol hasta su desarrollo», explica Luisa Pinto.

Los trabajos de ARBA no se limitan a la recogida de bellotas y semillas de plantas autóctonas para luego hacer plantones en el vivero de la calle Sol. Este colectivo desarrolla también una labor social, llevando bellotas a la residencia de mayores Santo Ángel, para que los usuarios puedan crear su propio viviero y dediquen parte de su tiempo libre al cuidado de las plantas. «Es una acción de la que nos beneficiamos todos y que queremos extender a otras residencias de la ciudad», sentencia.

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