Si el año pasado, el melón fue noticia en toda España por su elevado precio, 13 euros se llegaron a pagar, con intervenciones en el mismo Congreso de los Diputados, en esta ocasión es noticia por otra circunstancia. Los lineales de los supermercados no tienen ni melón ni sandía y la culpa hay que buscarla en que las malas condiciones meteorológicas que han afectado este año a este producto en algunas zonas productoras del sur de España, y que han hecho que estos días estén agotados.
«Ahora mismo no hay», aseveró a este diario el presidente de la Interprofesional del Melón y la Sandía de Castilla-La Mancha, José Ángel Serrano, quien indicó que en breve comenzarán a comercializarse estos productos desde la provincia. Tras retrasarse unos días por las lluvias de junio, comenzarán a extraerlos «entre el 20 y el 24 de julio», es decir, entre finales de esta semana y comienzos de la que viene.
La pregunta del millón: ¿Cuánto costará? Serrano afirma que estos productos llegarán al mercado con «un precio considerable», pero será solo «de forma puntual», alrededor de los diez primeros días, y una vez pasado ese tiempo, el precio se irá «normalizando». No da cifras de esa cuantía y apunta que se trata de «la ley de la oferta y la demanda». Lo que sí parece evidente, dijo, es que el precio este año puede ser rentable para el agricultor, aunque habrá que ver cuánto le cuesta a los consumidores.
En cuanto a esos precios, Serrano sí expuso, no obstante que, a su juicio, 0,80 euros el kilo «no es caro». Explicó que al agricultor le cuesta entre 20 y 30 céntimos el kilo, a los que hay que sumar unos 20 céntimos que le supone al almacén (la caja y la distribución) y a los que hay que sumar también los gastos que tienen los supermercados, otros 15 y 20 céntimos, así como el margen que tengan estos para hacer rentable la comercialización. De este modo, comentó que los 13 euros de los que habló, entre otros, Gabriel Rufián el año pasado eran por el producto entero, que puede pesar varios kilos. Lo que también puso en relación fueron los costes que sufre el sector, «los más altos en dos años», puesto que se han incrementado un 25%, según sus cuentas.
Vigilar la calidad.
Serrano explicó que es necesario esperar a estas fechas para que el producto tenga la calidad óptima. De hecho, advirtió que la Interprofesional estará vigilante para que no se pongan en el mercado melones y sandías que no estén listos, ya que comentó que algunos agricultores, motivados quizá por el alto precio que se paga ahora en el mercado, pueden cortarlo antes de tiempo. «Hay que ser muy cautos a la hora de cortar el producto en buenas condiciones, una vez que tenga el grado de azúcar y no haya nerviosismo por la presión a los agricultores para que haya producto en el mercado», dijo en este sentido.
«Es un arma de doble filo», dijo el presidente de la Interprofesional del Melón y la Sandía de la región, poniendo de relieve que eso podría hacer que haya consumidores que, desencantados por un producto que todavía no esté listo, deje de comprar y no se venda el resto. Por eso advirtió incluso de posibles sanciones de la mano de la Junta de Comunidades.
Por otra parte, explicó que en la provincia se ha echado a perder el producto que se sembró con manta en la primera semana de abril, mientras que el resto sí estará disponible en el mercado, apuntando a la normalidad en la distribución que habrá en las próximas semanas.
Sin embargo, señaló lo «complejo» de estos productos y avanzó que si se producen olas de calor con temperaturas de más de 40 grados, como la vivida estos días, pueden afectar también a la producción. «Si son temperaturas de unos 38 grados, son normales, pero si pasan de 40 a 45 grados, el fruto aborta», sentenció.