La 'Big Fucking Party 2025', la "jodida gran fiesta" que desde Nochevieja se celebra en terrenos situados junto al aeropuerto de Ciudad Real, con más de 5.000 personas desafiando al frío y al tiempo invernal, suma ya más de cien horas ininterrumpidas de música tecno, festejando la llegada del año nuevo.
Miles de raveros, muchos de ellos relacionados con el punk, el anarquismo, el movimiento okupa y el neonomadismo, están por cuarto día consecutivo en los diez escenarios equipados con los más grandes y mejores equipos de sonido, que son alquilados por los distintos colectivos rave, que forman grupos de DJ que se unen en lo que ellos mismos denominan "jodida gran fiesta", para pinchar su música a lo largo de horas y horas.
Dos de los asistentes, un hombre y una mujer, que esperaban un taxi para regresar desde el lugar del evento hasta Ciudad Real, han explicado este sábado a EFE que de forma habitual participan en este tipo de eventos, que se organizan por España y por Europa.
Ambos, que han preferido permanecer en el anonimato, han comentado que conseguir montar una fiesta de este tipo no es una tarea fácil, porque detrás de su organización no hay una persona única, sino, que, son los propios colectivos raveros los que deciden cómo hacerlo y dónde hacerlo.
Han explicado que este tipo de fiestas, sin ánimo de lucro, son mucho más habituales de lo que puede parecer, si bien han destacado que la 'Big Fucking Party', es sin duda la más importe "porque supone reunir a colectivos llegados desde distinta partes de España y de Europa".
La mejor fiesta posible
Para estos dos raveros, las fiestas rave son "la mejor fiesta posible", porque se trata "de una fiesta libre, en la que no hay que pagar entrada, en la que te puedes llevar tu bebida, y en el que la gente se respeta y disfruta de la música".
Y han argumentado: "Si en un estadio de fútbol le das a cinco mil personas de beber, necesitas un buen grupo de policías para gestionarlo, aquí, la gente bebe y baila, sin tener que pagar 50 euros por entrar en una fiesta".
Ambos han comentado que la cultura rave es música, y no se puede caer en la frivolidad de relacionarla con las drogas. Al respecto, han aclarado: "Aquí no hay más droga que la que pueda haber en cualquier otra fiesta y cualquier otro día en una sala de fiestas de Ciudad Real", al tiempo que han valorado que la fiesta se quede al margen del sistema mercantil, al ser un espacio de ocio gratuito.
En este sentido, han hecho hincapié en que la 'Big Fucking Party 2025' no se promociona en ningún lugar oficial, sino que los participantes se conocen por el boca en boca y a través de las redes sociales o por chats, así como que para financiar los gastos que su organización conlleva, los colectivos venden, a precios económicos, bebidas o comida, o instalan puestos de comida rápida, además de ropa, artesanía o suvenires.
La noche, el gran momento
La fiesta se vive tanto de día como de noche, pero es en la noche cuando la percepción de la dimensión que cobra el evento es mucho mayor.
Impresionantes juegos de luces, láser o fuegos artificiales iluminan el cielo en torno al aeropuerto de Ciudad Real y sirve de guía para las muchas personas que tratan de burlar los cordones policiales que impiden acceder a la fiesta.
Los caminos se convierten entonces en un reguero de vehículos tratando de llegar al punto de encuentro, que curiosamente en Google Maps se anuncia como parque infantil 'Tekos', y sobre el que algunos de los participantes cuelgan reseñas y fotos.
La dimensión que ha adquirido el evento se aprecia en un vídeo grabado con un dron, que circula por las redes sociales y que se ha hecho viral, en el que se ven cientos y cientos de vehículos aparcados en el entorno de los escenarios, en los que se baila al ritmo de la música tecno.