Un reencuentro en Valdepeñas en la navidad de 2022 fue el impulso final que necesitaban. Lena Dizz (Elena Díaz) y Alberto Quiles, ambos nacidos y criados en este pueblo manchego, decidieron en aquella tarde navideña dar forma a Crianza, un proyecto musical conjunto que une sus trayectorias en la música y sus raíces compartidas. «Veníamos ya haciendo música juntos desde hace años, pero el vivir separados lo hacía más complicado. Esa Navidad empezamos a componer juntos y salió Luz Azul, la primera canción», explica Quiles.
El nombre Crianza no es casual. Hace referencia a sus orígenes y a la evolución de su relación y carrera musical. Como afirman los propios artistas, representa su vínculo con Valdepeñas y el recorrido que han hecho desde su adolescencia en la música. Elena Díaz, quien reside en Madrid desde hace años, asegura que nunca ha perdido esa conexión con su tierra: «Volver a Valdepeñas es como regresar a lo sencillo, a nuestras raíces, y eso se refleja en nuestra música». La propuesta de Crianza combina letras introspectivas y cotidianas con sonidos urbanos y pop. La mezcla se siente en su primer EP, Luz Azul, un trabajo que presentaron en Madrid con un rotundo éxito. «Para nosotros fue una sensación de orgullo ver que un trabajo de dos años resumido en una hora pudo juntar a tantas personas y emocionarlas», asevera Díaz, aún emocionada por la acogida del público.
Si se habla de estilo, Elena y Alberto coinciden en que no se limitan a un solo género. «Hacemos un punto intermedio entre el pop urbano y la música de autor. Nos gusta que las letras tengan peso, que el mensaje llegue», detalla Quiles. Esa libertad se refleja en su música, que incluye desde temas de pop-rock hasta afrobeat, siempre con un trasfondo lírico cuidado. «Crianza surge sin pretensiones, simplemente porque sentimos la necesidad de hacer música juntos. No nos importa si cantamos con guitarra o sobre una base de trap; lo importante es el mensaje», afirma Díaz.
Este enfoque les permite mantener la autenticidad y conectar con un público que aprecia su transparencia artística. Elena y Alberto no sólo comparten una historia artística; su relación de amistad es también el eje que sostiene a Crianza, porque «llevamos siendo amigos desde hace 11 años y la música ha sido siempre el punto que nos une», comenta Quiles. Esa conexión es evidente en el escenario, donde su complicidad traspasa la barrera entre el público y ellos. Para el dúo, Crianza es tanto un proyecto como una forma de vida en la que comparten cada paso, aprendizaje y desafío. El futuro de Crianza se perfila prometedor. Tras el éxito de Luz Azul, el dúo tiene nuevos proyectos en marcha, entre ellos, un EP titulado Termitas. En él, se adentran en temas de amor y desamor, utilizando el concepto de una casa invadida por termitas como metáfora de los vínculos y rupturas emocionales. «Es una historia que se cuenta sin querer, cada canción refleja una fase de la relación y la vida», relata Quiles sobre el proceso creativo. Su sueño es llevar Crianza a más festivales y escenarios, y la oportunidad ya está en camino. Han empezado a presentarse en pequeños eventos, y sus canciones han comenzado a entrar en listas de reproducción, un logro que atribuyen en parte a su equipo de managers y productores. «Nos ilusiona la idea de tocar en grandes festivales y seguir compartiendo nuestra música con más personas» señala Díaz con esperanza. Para Lena Dizz y A. Quiles, Crianza es más que un dúo musical; es un reflejo de su crecimiento y de su apego a sus raíces, a Valdepeñas, y a una manera de hacer música que respeta sus orígenes y se proyecta hacia el futuro. Como ellos mismos dicen: «Al final, somos lo que somos por donde venimos y lo que hemos vivido».