Almadén homenajea a a Faustino Sainz, nuncio del Vaticano

J.M.Beldad / La Tribuna
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Faustino Sainz jugó un papel protagonista en la mediación del Vaticano para evitar el conflicto bélico entre Argentina y Chile en 1978 en el denominado Conflicto del Canal del Beagle

Presentación de la biografía de Faustino Sainz Muñoz - Foto: LT

Este sábado Almadén vivió un emotivo homenaje a una de sus figuras más ilustres con la presentación del libro 'Monseñor Faustino Sainz Muñoz. En el corazón de la diplomacia vaticana', escrito por Xavier Reyes. Este acto rememoró la trayectoria de Faustino Sainz Muñoz como nuncio diplomático del Vaticano, y destacó su profunda conexión con su tierra natal, la ciudad minera de Almadén.

Faustino Sainz Muñoz nació en Almadén, lugar al que permaneció estrechamente vinculado a pesar de sus responsabilidades en la . Su carrera comenzó en 1970, cuando se incorporó al servicio diplomático de la Santa Sede. Fue consagrado arzobispo en 1988, año en que también asumió su primer cargo como pro-nuncio en Cuba. Allí, trabajó para fortalecer la presencia de la Iglesia Católica y fomentar el diálogo con el gobierno de Fidel Castro, con un enfoque en mejorar las condiciones de vida de los cubanos.

A lo largo de su trayectoria, desempeñó roles clave en países como el Congo, las Comunidades Europeas y el Reino Unido, donde fue nuncio apostólico hasta su retiro por motivos de salud. Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su participación en la mediación vaticana durante el conflicto del Canal de Beagle entre Argentina y Chile en 1978. Este episodio, en el que trabajó junto al cardenal Antonio Samoré, evitó una guerra entre ambas naciones y sentó las bases para el Tratado de Paz y Amistad firmado en 1984.

Presentación de la biografía de Faustino Sainz MuñozPresentación de la biografía de Faustino Sainz Muñoz - Foto: LT

Sainz Muñoz desempeñó un papel decisivo en los Acuerdos de Helsinki de 1975, logrando que la libertad religiosa se incluyera como uno de los principios fundamentales. Además, su labor en el Vaticano lo llevó a mantener contacto con países de la órbita comunista, como Polonia y la Unión Soviética, en una época marcada por tensiones ideológicas. En 1979, acompañó al Papa Juan Pablo II en su visita histórica a Polonia, un viaje cargado de simbolismo para el movimiento de solidaridad que surgía en el país.

La presentación de su biografía en Almadén fue, además un evento cultural, un acto de reconocimiento a una vida dedicada al servicio de la paz y la reconciliación. La familia de Faustino Sainz Muñoz, junto con el autor del libro y numerosos asistentes, recordaron su humildad, su entrega y el cariño que siempre mostró por su pueblo natal.

El libro, además de detallar su influencia en momentos históricos clave, pone de manifiesto el lado humano de un hombre que "supo combinar la fe y la diplomacia para construir puentes en un mundo dividido", aseguraron los presentes. La figura de Faustino Sainz Muñoz es para la alcaldesa de Almadén, Raquel Jurado, un ejemplo de "afecto a su tierra y un ejemplo de cómo la vocación y el compromiso pueden trascender fronteras".