M. C. F. es un viejo conocido de la Justicia. En 2016 fue condenado a tres años de cárcel en Extremadura y ahora se enfrenta a una petición de pena de cuatro años y ochos meses de prisión por un nuevo delito de estafa continuada del que le acusa la Fiscalía y que habría cometido en Almadén. A este municipio se desplazó a vivir el acusado en el año 2020. Se afincó allí y se hizo pasar por una persona entendida en antigüedades y en un mediador en la venta de estos elementos. Lo hizo con un nombre falso, según la acusación. M. R. Y. Contactó con un vecino de Almadén que poseía una colección de documentos antiguos relativos a la historia de las Minas de Almadén, heredados de su padre y que por su relevancia histórica, según informe del subdirector del Archivo Histórico Nacional, forman parte del Patrimonio Histórico Español, asegura la Fiscalía en su escrito de acusación.
Bajo ese nombre falso que utilizó todo el tiempo que vivió en Almadén, el acusado suscribió un contrato privado de compra el 6 de agosto de 2020 con M.H.C., adquiriendo los documentos por el precio de 152.000 euros, "dejando ya muestras en el mismo contrato de que su única intención era apoderarse de los documentos sin ánimo de abonar cantidad alguna". Así, además del nombre supuesto utilizado, hizo constar dos números de documento de identidad que no se correspondían con su persona. Uno era de un amigo suyo en Badajoz que no estaba al corriente de lo que se estaba tramando en Almadén.
Con los documentos de valor histórico aún en posesión de su dueño, el acusado concertó con otra persona, de iniciales D. R. L. la venta de una parte de esos documentos por 3.500 euros. Para eso convocó una reunión en la casa de M. H. C. en la que el comprador entregó al acusado un cheque por importe de 1.300 euros, recibiendo a cambio parte de los documentos históricos. Lo que hizo después fue quedarse con el resto de documentos, entre los que se hallaban los de valor histórico más relevante : 'Los Fúcares' y 'Cárcel de Forzados' , apoderándose definitivamente de ellos al alejarse en su vehículo, y con el dinero de la transacción.
Posteriormente, M. C. F. puso a la venta los documentos "ilícitamente conseguidos" a través de una página web como si fuera su dueño legítimo que se enteró de la venta por internet y contactó con el acusado, llegando a concertar la compra de los mismos. Eso sí, M. C. F. le pidió un pago previo en una cuenta de la que era su compañera sentimental, o, al menos, conviviente durante su estancia en Almadén y posteriormente en un pueblo de Granada y en otra de la que fue su anterior esposa o compañera sentimental, explica la Fiscalía, que descarta que las dos prestaran sus cuentas para los 'negocios' del acusado.
En el curso de la investigación, el Juzgado de Almadén dictó auto de entrada y registro del domicilio de M.C.F., que se había trasladado ya a Murtas, en la provincia de Granada. Allí se encontraron parte de los documentos sustraídos: algunos originales y fotografías de documentos antiguos de los Fucares, dos cuadros con sellos reales de correspondencia con las minas de Almadén, y otros documentos con referencia a Almadén pertenecientes a la colección del denunciante. También se ocuparon objetos presuntamente provenientes de otras acciones delictivas llevadas a cabo en tierras andaluzas y que están siendo investigados por el juzgado de Órgiva (Granada).
Por su parte D.R.L., al que no se ha realizado ofrecimiento de acciones, devolvió a M. H. C. los documentos que le habían sido entregados por el acusado. Según la prueba pericial practicada por F. M. P. el día 25 de febrero de 2020 los documentos que conformaban el archivo H.S. (el padre de M.H.C.) o parte de ellos fue tasado en 95.000 euros.