Después de una espera más larga de lo previsto, la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha procedido a adjudicar la obra de reparación de la cornisa del Museo de la Merced de Ciudad Real, edificio que está cerrado al público desde el 24 de abril, cuando parte de ese alerón, el ubicado justo encima de la entrada principal, se venía abajo.

La encargada de realizar esta actuación será la empresa pública Tragsa, según ha podido conocer La Tribuna, con el arquitecto Javier Navarro como director de obra y Manuel Villegas como aparejador.

Aunque el plazo de ejecución oficial es de 12 meses, fuentes de la parte adjudicataria han expresado a este periódico su convencimiento de que la obra durará bastante menos, y que incluso el edificio podría volver a abrir sus puertas antes de que finalice la misma ya que será en esa cornisa sobre la entrada principal donde se empezaría a trabajar. Después se continuaría con todo el perímetro hasta reparar la cornisa en su totalidad, aunque el museo ya podría funcionar con cierta normalidad.

La noticia de la cercana ejecución de la obra ha sido recibida con satisfacción por parte de la Asociación de Amigos del Museo de la Merced, principales usuarios de la instalación, y que confían en poder volver a hacer uso de ella cuando reanuden sus actividades tras el verano, en el mes de octubre. Desde ese 24 de abril, este colectivo ha tenido que suspender dos eventos y trasladarlos al Museo López Villaseñor, o como en el caso de la presentación realizada este pasado jueves del nuevo libro de José María Barreda, a instalaciones del campus universitario.

Sin daños personales

El derrumbamiento de la parte frontal de la cornisa se producía cerca de las 9 de la mañana de un miércoles, justo en la zona de entrada del museo de la Merced, por lo que todo el área tenía que ser acordonada. Afortunadamente, no se registraron daños personales pese a que a esa hora ya había trabajadores del museo en el interior y estaba prevista la entrada de un grupo al interior del centro cultural. 

Efectivos de los bomberos acudían hasta el lugar, así como personal de la Consejería de Cultura, que analizaron las posibles causas del derrumbe y los daños producidos por el mismo. Desde ese día la instalación quedaba cerrada y suspendidas todas las actividades. En su interior también se exhibía una exposición fotográfica del  Festival Internacional de Cine Emergente de Castilla-La Mancha (Fecicam).