El capitán Ángel Medina Porrero (1971, Bolaños de Calatrava) es desde este mes de mayo el nuevo jefe del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ciudad Real después de su traslado desde Cuenca, sucediendo en el cargo al capitán Pedro Puerta, ahora en la reserva. Padre de dos hijos y residente en Almagro, desde joven se vio atraído por la vida militar, por lo que tras el Bachillerato optó por orientar su formación para ingresar en la Guardia Civil. En 1989 comenzaba una brillante carrera en este cuerpo, que ahora reluce en su amplia hoja de servicios. Su primer destino fue la Unidad de Seguridad Ciudadana de Toledo, para después trasladarse a Madrid, primero al Destacamento de Barajas y después al Destacamento de Valdemoro. Más tarde, ya como sargento, asumió la jefatura de Tráfico en Valdepeñas y posteriormente se puso al frente del equipo de Policía Judicial de Manzanares.
También ha sido jefe de la Unidad Penitenciaria de la prisión de Herrera de La Mancha y como teniente pasó al destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Manzanares, donde desempeñó su labor desde 2008 hasta su llegada a Cuenca en 2020, como jefe del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil en esta provincia. Ha sido condecorado en tres ocasiones con la medalla al mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco y está en posesión de la placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, entre otras condecoraciones.
¿Feliz de regresar a casa?
Muy contento. Tras el ascenso a capitán había que cambiar de destino y aquí no tenía vacante, pero mi compañero, el capitán Pedro Puerta, llegaba a su edad de pase a reserva y aspiraba, con mis méritos, a optar a esa vacante. Aquí es de donde es mi familia y de donde soy yo.
¿Y llega ya para quedarse en este destino? ¿Cuál es su próxima meta profesional?
«En accidentes te llevas alguna imagen que luego te afecta» - Foto: Rueda VillaverdeConfío en poder ascender a comandante en tres años, pero sí que me gustaría permanecer en la agrupación de Tráfico, que es un destino familiar para mí.
¿Tendría que abandonar otra vez Ciudad Real?
En principio sí, pero es cierto que últimamente algunos subsectores los están convirtiendo con jefatura de comandante, donde los capitanes que ascienden quieren continuar voluntariamente. Entonces, no sería raro que el de Ciudad Real pueda ser un próximo subsector con jefatura de comandante. Cuento bastante con ello.
¿Cómo han sido estas primeras semanas en su nuevo destino?
Todavía lo están siendo -ríe-. Están siendo semanas muy intensas de trabajo, puesto que el Subsector de Ciudad Real tiene cierta entidad dentro de Castilla-La Mancha, de hecho después de Toledo es el más trabajoso. Estoy notando un volumen de trabajo superior al Subsector de Cuenca.
¿Con qué medios se ha encontrado en Ciudad Real?
«En accidentes te llevas alguna imagen que luego te afecta» - Foto: Rueda VillaverdeSon 150 guardias civiles los que están bajo mis órdenes, con cinco destacamentos, que están ubicados en Alcázar, Manzanares, Valdepeñas, Ciudad Real y Puertollano, con todos sus vehículos y motocicletas
¿Son medios suficientes para prestar servicio a una provincia como la de Ciudad Real?
En principio sí, creo que son suficientes, pero siempre se puede pedir más, ¿no? El aumento del material siempre es bien recibido.
¿Qué es lo que echa de menos?
Quizás algo más de personal, con el fin de que las patrullas en servicio pudieran ser más visibles en carretera, que es una medida preventiva de gran valor para prevenir siniestros viales. Mayor presencia y más visibilidad. Todos sabemos que el simple hecho de ver a una patrulla de la Guardia Civil de tráfico hace que todos nos pongamos en guardia y respetemos las normas, por lo menos durante un tiempo.
¿Cómo se conduce en Ciudad Real con respecto a otras provincias que usted ya conoce por su labor?
Pues, sinceramente, considero que los conductores de la provincia son respetuosos con las normas de tráfico y suelen realizar una circulación más pausada o más tranquila en comparación con otras provincias de Castilla-La Mancha. En Cuenca sí observé, al ser limítrofe con Madrid, que la circulación es un poco más ligera, descuidada, quizás motivada por el estrés que conlleva esa proximidad con Madrid. Pero aquí hay una circulación más numerosa y más abundante, ya que los pueblos de nuestra provincia tienen más habitantes.
¿En qué medida la sociedad percibe a la Guardia Civil de Tráfico como un servicio que les puede ayudar en la carretera o como una amenaza en forma de multa si no se cumplen las normas?
Creo que, hoy por hoy, nos ven claramente con un sentido de ayuda. La ciudadanía nos siente mucho más cercanos y está mucho más convencida de que estamos para ayudarles, en lugar que para imponer alguna sanción, que cuando ocurre, son bien acogidas y entendidas. De todas formas, nuestra presencia hace una labor preventiva importante.
¿Cuáles son las causas más habituales en los accidentes en las carreteras?
Hay dos factores que principalmente son los que estamos observando y que más aparecen en los accidentes. Uno es la distracción, que en muchos casos es por el uso del teléfono móvil. Y otro es la velocidad inadecuada, sobre todo cuando hay niebla o lluvia, porque tenemos que adaptar la velocidad a las circunstancias de la vía y a las meteorológicas.
¿Y el alcohol y las drogas?
Llevamos muchos años trabajando para que no se consuma alcohol al volante y ya son muchos menos los positivos por alcoholemia en los controles que por drogas. La gente está muy concienciada con la alcoholemia, pero también tienen que saber que también tenemos aparatos para detectar la presencia de drogas en la sangre.
Usted ha tenido que ver imágenes muy duras en accidentes durante sus años en tráfico. ¿Ha conseguido que no le afecte en lo personal?
Realmente, cuando uno está ejerciendo el trabajo y atiende un accidente de tráfico, pues está en sus labores y lo hace todo como si no te afectase, pero cuando te vas a casa algunas de las imágenes que ves te las llevas y te afecta.
¿Quiere poner algún ejemplo?
Uno fue en la autovía A4, en agosto 2018, cuando un camión colisionó con 20 o 30 vehículos, y hubo dos fallecidos en un accidente enorme. Y otro que no olvido fue hace ya bastantes años, con un vehículo accidentado en el que el conductor estaba bebido y en el que resultó fallecida su mujer; era de madrugada y encontramos a su hija, de 6/7 años, ilesa pero llena de sangre de la madre. No se me olvida esa imagen, los ojos de esa niña que había estado muchos minutos junto a su madre fallecida, con su padre bajo los efectos del alcohol que apenas se enteraba de lo que había ocurrido. Aquello me afectó bastante.
Mejor, cambiemos de tema. Usted ha sido el responsable del dispositivo de seguridad de la Guardia Civil de la Vuelta Ciclista a España. ¿Por obligación profesional o por vocación?
Más por devoción. Lo hice durante tres años y es de los mejores servicios que he prestado, a pesar del sacrificio y el trabajo durante 28 días completos, de sol a sol. Me gusta el deporte y me gusta ese dispositivo, que aunque requiere mucha dedicación, luego te sientes bien. Sales un poco de la rutina, aunque aquí, en Tráfico, hay poca rutina y cada día te sorprende algo nuevo. Mi intención es solicitarlo para el año que viene, ya en funciones de capitán segundo jefe, junto a un comandante.