Dani Giménez, entrenador del Manchego, protagonizó la que será su última comparecencia ante los medios tras perder con el Villarrubia (1-2). Así al menos lo anunció el técnico gallego, que avanzó que la intención del club es prescindir de él, una situación que viene de antes, aunque a mediodía de este domingo el Manchego no había hecho nada oficial.
"Aquí quien manda no es ni el presidente, ni el director deportivo, ni el entrenador, que no va a seguir. Ya llevo teniendo una especie de ultimátum desde hace mucho tiempo que el presidente y Matías (director deportivo), gracias al apoyo de los jugadores, lograron parar. Seguramente este bloqueo en la llegada de jugadores responde a no darme a mí facilidades, no a mí como persona, sino como entrenador del Manchego. Espero que dejen trabajar al director deportivo y que al menos puedan entrenar 20 jugadores. No voy a dimitir, pero me van a echar", avanzó tras el encuentro.
En este sentido, apuntó claramente a la empresa de representación de jugadores CSF, que lleva algo más de un año colaborando con el club inyectando ingresos. "Llevan semanas pidiendo mi cabeza por ciertas cosas y me voy como lo que soy, una persona que elige lo que quiere. Agradezco la mano que me han echado tanto el presidente como el director deportivo porque ellos creen en mí y saben de las limitaciones del proyecto. A la vez están agradecidos a que CSF aporte dinero, pues seguramente sin esa empresa el Manchego no estaría ahora de pie. A mí me hubiese gustado saber cuándo se va o viene un jugador. He estado aguantando hasta el final y es verdad que los resultados no están siendo los adecuados, aunque el trabajo que se está haciendo es muy bueno. Yo no recrimino nada, solo creo que no es normal que un equipo entrene con 16 jugadores, o se pidan futbolistas para un proyecto acorde con el Manchego y que no lleguen".
Sobre el partido en sí, la cuarta derrota consecutiva de los ciudadrealeños, Dani Giménez recordó que el gran debe del equipo está siendo la falta de gol. "Intentamos generar, pero nos cuesta muchísimo marcar y para ganar este tipo de partidos se necesita más maldad". El preparador gallego, además, se mostró muy crítico con la actuación del colegiado. "Hubo un penalti clarísimo que hubiese cambiado todo. Ellos se quedaron cortos con las cartulinas amarillas porque son un equipo muy intenso. No entiendo el nivel de los arbitrajes que hay aquí. No sé por qué en Castilla-La Mancha los arbitrajes son tan malos, los árbitros están por debajo de los jugadores. Están más pendientes de lo que pasa detrás que de lo que ocurre en el campo, aunque eso pasa en todos los sitios".