Asaja Castilla-La Mancha celebró ayer en Toledo su asamblea general en medio de «una crispación muy lógica» del campo. El precio del cereal, los elevados costes de producción, la falta de financiación e información, la nueva Política Agraria Común (PAC) y las dudas de los ecorregímenes son algunos de los factores, indicaron, que no dejan de introducir ansiedad a un sector ya de por sí demasiado castigado.
José María Fresneda, presidente de Asaja en Castilla-La Mancha, y su vicepresidente, Florencio Rodríguez, fueron los encargados de exponer las principales preocupaciones que ayer se trataron en una asamblea en la que, en el lado puramente burocrático, quedaron aprobadas las cuentas del ejercicio y su balance de actividad.
«Lo que nosotros notamos es que el agricultor está hoy muy quemado por muchas cosas y no tiene una salida», señaló Fresneda, a la vez que tendía de nuevo la mano de Asaja para ayudar a los agricultores desde el punto informativo y de gestión.
Asaja pide legislar de la mano del campo y agilizar las ayudasEl plan estratégico de la ganadería y el observatorio de costes de producción son dos de las propuestas que Asaja ha realizado a la Junta y esperan que se pongan en marcha cuanto antes, pero también reclaman a la Consejería de Agricultura un «buen departamento para la gestión de ayudas», alertando de que «o tenemos resultados o no vamos a ser quien sujete a los agricultores a la hora de reivindicar en otros sitios que no sea en su propia asamblea».
las fotos, recomendación. Por otro lado, Fresneda aclaró ayer que, tras pedir el martes a la Junta que se pronunciara sobre la obligación o no de hacer fotografías preventivas en la siembra directa y cubiertas vegetales, que estas serán voluntarias y que se trata «de una recomendación» de la administración regional; por lo que ha dado por zanjada esta polémica.
Fresneda ha destacado que este asunto «puso loca a la gente», y que por fortuna todo ha quedado en «una recomendación».
Por último, el vicepresidente de Asaja, Florencio Rodríguez, indicó que la organización agraria está trabajando y reformándose de cara a cubrir las necesidades que tienen los agricultores y ganaderos de la región. «Tiene que evolucionar y en ese paso estamos para afrontar los retos de una agricultura y ganaderías más modernas y diferentes», manifestó.
«No son los años 80 ni son los años 90 y, evidentemente, estamos condicionados por mucha legislación que viene de la Unión Europea, de los ministerios, y que los agricultores y ganaderos tenemos que soportar, tenemos que aguantar y tenemos que afrontar. Por eso tenemos que estar en las mejores condiciones, tener los mejores servicios y los mejores técnicos», concluyó.