El puente de diciembre, uno de los más jugosos para quienes pueden aprovechar los descansos que ofrece el Día de la Constitución y el de la Inmaculada, 6 y 8 de ese mes, llega con buenas previsiones de ocupación para algunos de los alojamientos hoteleros de la capital, mientras que en el caso de los establecimientos ubicados en los parques nacionales, Cabañeros y Las Tablas de Daimiel, reconocen que están «a la expectativa», principalmente por la evolución que pueda tener la meteorología.
«Está todo lleno del miércoles al sábado», afirmó José Vicente González, jefe de recepción del Hotel Silken Alfonso X, quien destacó que es «un puente muy largo» y que este año además, por su ubicación en el calendario, resulta más atractivo para los turistas, de manera que también el viernes y el sábado anterior están reservadas las 66 habitaciones con las que cuenta este establecimiento. Sobre todo, familias y parejas que aprovechan estos días para visitar la capital y su entorno, como Almagro o los molinos de Campo de Criptana.
En el NH, ubicado en la calle Alarcos, ya cuentan con un nivel de reservas del 60 por ciento y prevén que se incremente «al menos un 20%», por lo que confían en llegar al 80 o 90 por ciento, en razón de la previsión meteorológica que haya para esos días, que, «si no es muy adversa, dejará un buen nivel de ocupación», explicó Marta García, jefa de recepción de este establecimiento que dispone de 89 habitaciones.
Y es que el tiempo que pueda registrarse en estas fechas, será determinante para llenar o no hoteles como el Guadiana, con hasta 109 habitaciones. De momento tiene reservadas algo menos del 50 por ciento, pero explican que es un puente en el que las reservas se suelen dejar «para última hora», por lo que agregan que es habitual que en los días más cercanos a las fechas clave se eleve el nivel de reservas, incluso de turistas que se desplazan a otros puntos del país y hacen parada en la provincia.
Diciembre es también un buen momento para disfrutar del entorno ofrece Cabañeros. «Ahora es cuando más ciervos se ven, pero no está ya la berrea», comenta Mariano Gómez, de la Asociación Hortur, quien reconoce que de momento el nivel de reservas está «muy flojo», en torno al 40 por ciento, pero que al tratarse de un destino de naturaleza depende en mayor medida de la meteorología, por lo que «hay que esperar a última hora».
Por su parte, las actividades ligadas al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel están muy paradas debido al escaso nivel de inundación que presenta. «Hay una lámina de agua en la pasarela y se ve alguno de fauna, pero la gente sabe cómo está el parque», de manera que las reservas «están flojas».
Así lo indica Jesús Pozuelo, de Daimiel Turismo, quien añade que la duda es también si las grullas se quedarán o no en el parque, dado que necesitan agua como dormidero. «Hay unas 300 cuando de media habría unas 2.500», señala a la espera de la evolución. No obstante, explica que el destino Daimiel no depende tanto del parque y que por ello la ocupación podría llegar «al 70 o 90 por ciento».