Muchas de las condiciones medioambientales que obliga o propone la Unión Europea en su política agrícola tienen ya esta emergencia climática en el horizonte. «En general todas estas cuestiones ambientales que se introdujeron en esta nueva PAC iban encaminadas a mejorar la adaptación del Cambio Climático», apunta a La Tribuna Vanessa Sánchez Ortega de la Fundación Global Nature. Pone el ejemplo de las cubiertas vegetales que se proponen dejar entre los 'pasillos' de cultivos leñosos como olivos o viñedos. «Una cubierta vegetal mantiene la estructura del suelo, no pierdes suelo por erosión, que con las lluvias intensivas del Cambio Climático va a suceder más y eso supone que vas a tener mejor estructura en el suelo y cuando llueve, retiene más agua», explica.
A pesar de estos beneficios, Vanessa Sánchez señala que este ecorregimen no ha tenido la acogida que se esperaba y que a muchos agricultores les da miedo. «Piensan que esa cubierta va a competir en absorción de agua frente al cultivo, pero ese suelo tiene más capacidad de retener agua y cuando llega el período estival y deja de llover, se puede segar y dejar el resto de la siega en el terreno», explica, «tu cubierta no compite». Dice que está demostrado que el rendimiento mejora.
Por eso desde la Fundación Global Nature ven con reparos todas las exigencias de flexibilizar o eliminar estas condiciones medioambientales, a raíz de las últimas protestas de agricultores por toda Europa. En el caso de las cubiertas vegetales, por ejemplo, Vanessa Sánchez ve bien que se pueda combinar esa cubierta vegetal con restos de poda, pero le preocupa más que se deje permitir el arado de la cubierta o el uso de fitosanitarios para control de plagas.
Otra práctica que defienden desde la Fundación Global Nature es el pastoreo extensivo. Por eso ven bien que se proponga flexibilizar las cargas mínimas ganaderas. «Esto va a suponer que explotaciones muy extensivas podrán justificar más hectáreas con el mismo ganado, eso nos parece muy bien, porque se va a permitir dar una mejor ayuda a ese pastoreo», apunta.
barbecho y rotación. Menos le gusta que se vuelvan a abrir las puertas a los fitosanitarios o que se reduzcan los requisitos de barbecho o de rotación de cultivos. Recuerda que muchas son técnicas tradicionales que han funcionado desde siempre. «Es necesario para recuperar el suelo, que mantenga la materia orgánica, incluir leguminosas te aporta nitrógeno de manera más barata y evitas fertilizantes, con lo que evitas la contaminación por exceso de nitratos», apunta.
Por eso Vanessa Sánchez se pregunta quién sale de verdad beneficiado con esta relajación medioambiental que está barajando la Unión Europea. Cree que no va a ser positivo para la mayoría del sector agrario, sino para los que hacen una «agricultura más intensiva», a los que apuestan por monocultivos muy rentables, a pesar de que impliquen degradar los suelos a futuro y también a quienes venden esos productos químicos y fitosanitarios.