Moisés era un gran líder, pero no un gran divulgador. Dios le mandó a Aarón para que se comunicara. Yo soy a Kari lo que Aarón es a Moisés». El león Milei define a su hermana Karina identificándola con el mismísimo Moisés e identificándose a sí mismo con el profeta Aarón quien, según Milei, tenía más don de palabra. No se ha comparado con los también hermanos Hansel y Gretel, ni con alguna otra pareja de hermanos más humilde. ¡Qué menos que Moisés y Aarón! 
Apodado 'El león' por su inefable melena, Javier Milei tiene leyenda propia, como todo líder que se precie. Y la leyenda de Milei se basa más en su misteriosa hermana Kari que en el mismo león.
La hermana Karina, anterior titular de un taller de reparación de neumáticos, aficionada al arte y a la repostería, siempre «es quien tiene la palabra final». Apodada por Javier Milei como 'El Jefe', será nombrada secretaria general de la Presidencia y fue quien dio forma a la coalición política La Libertad Avanza. Y, en verdad, la hermana Kari ha de ser inteligente en las artes políticas porque hemos podido observar cómo se retorcía y confundía la palabra libertad hasta identificarla ni más ni menos que con una sierra mecánica. Nunca la libertad puede tener la misma forma, sonido y función que una sierra mecánica, pero Milei y su hermana Kari han conseguido que el propio pueblo argentino gritara: «Libertad, libertad, libertad» cuando el líder argentino ganó las elecciones.
Javier Milei y su hermana, (quizá también ese peluquero que pagan a jornada completa), a fuerza de triturar la palabra libertad y de mezclarla con términos como 'libertario' o 'liberal', han conseguido que el pueblo crea que será más libre que antes, anunciándoles que cercenará el aparato del Estado. Una estafa fácil y simple, pero que no tiene precio. Ha convencido al pueblo de que desguazar el Estado del Bienestar es sinónimo de eliminar el exceso de cargos públicos y de gastos prescindibles. 
Parte del electorado argentino ha creído que eliminar la educación, la sanidad, el sistema asistencial de carácter público les hace más libres, cuando lo que conseguirán será una menor calidad de vida, si es posible. Además, han creído que con la aplicación de medidas inflacionistas como la dolarización de la economía, dicha economía cesará en su caída libre. Pero lo que ocurrirá es que en los bolsillos de los argentinos habrá menos dinero, ya que la inflación es un impuesto encubierto: a un mismo valor nominal se le aplica menor valor real. Adam Smith, filósofo y economista y padre del liberalismo económico en el siglo XVIII, declaró que «es una grandísima impertinencia y presunción de reyes y ministros el pretender vigilar la economía privada de los ciudadanos y restringir sus gastos». Pero los caminos de la sierra mecánica son inescrutables… como los del Señor.