Un hombre que responde a las iniciales de M. A. R. L. se sienta el miércoles en el banquillo de los acusados por un delito de abusos de menores por el que la Fiscalía pide una pena de cárcel de 11 años. Según el escrito provisional de acusación, los hechos ocurrieron en una fecha no determinada, pero al menos, durante los veranos de 2013, 2014 y 2015. El acusado había aprovechado que su sobrina, junto con su cuñada, acudían, en ocasiones a su casa para visitarles y que aprovechando que las dos hermanas se ausentaban, se quedaba con la niña, que entonces tenía tres o cuatro años, para realizarla tocamientos tanto por encima como por debajo de la ropa, o para besarla en la boca.
Según la Fiscalía, los hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual a un menor de 16 años, por los que pide una pena de 11 años de prisión, y siete años libertad vigilada, con la obligación de participar programas de educación sexual así como la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, centro de trabajo y/o de estudios o a cualquier otro lugar frecuentado por la misma a una distancia inferior a 200 metros y prohibición de comunicarse, de forma directa o indirecta y por cualquier medio o procedimiento, con la víctima. Además, también se pide 24.000 euros por el daño moral ocasionado a la víctima.