Santi Urdiales, entrenador del Caserío, se quedó ante todo con los 2 puntos en el partido ante el Mallorca (23-18), resuelto por su equipo con oficio y sin brillantez.
El técnico santanderino destacó la importancia de poner fin a una racha de dos derrotas consecutivas y recordó que "estamos con una exigencia por los resultados que nos hace tener algo de dudas. Sacamos adelante el partido y rompemos esa racha".
Urdiales admite que "ahora no tenemos el nivel que teníamos hace unas semanas, pero es que la derrota con el Ibiza nos hizo mucho daño. Frente al Mallorca íbamos ganando y parecía que estábamos sufriendo. Espero que esta victoria nos ayude a quitarnos esa losa de las derrotas, pero debemos mejorar el nivel si queremos aspirar a algo más que a salvarnos".
Sobre los errores de su equipo, confesó que fueron fallos que "no son normales. No debe servir de excusa, pero es verdad que el equipo estaba con dudas. He intentado transmitir a los jugadores tranquilidad, que cuando las cosas se complicaran nos ayudásemos más y que lo importante era ganar como fuese. Al final, estoy feliz porque sé el valor que tiene esta victoria y cómo está trabajando el equipo. Al final es un bloqueo de todos, incluido el cuerpo técnico, que no entendemos muy bien lo que nos está pasando. Estamos trabajando duro para recuperar nuestra mejor versión". En lo individual destacó la aportación de Óscar Ruiz, que contextualizó en el alto nivel que posee en la plantilla en esa posición tan específica.
El próximo encuentro del Caserío será en Pontevedra ante el Cisne, donde "intentaremos sacar un buen resultado".