"Solas no lograremos una sociedad libre de violencia machista"

S.L.H.
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Es una recién llegada al Gobierno regional en esta legislatura y lo hace en un momento delicado para las políticas de igualdad, teniendo que 'batallar' contra partidos políticos, instalados en las instituciones, que niegan la violencia de género

"Solas no lograremos una sociedad libre de violencia machista" - Foto: Javier Pozo

Mañana se conmemora el 25 de noviembre, Día  Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. ¿Qué supone la celebración de un día como este?

Se conmemora la violencia que sufrimos las mujeres por el mero hecho de serlo. Es una lucha que tenemos que seguir batallando. Pero para la sociedad en su conjunto y, desde luego, para el Gobierno de Castilla-La Mancha todos los días son 25 de noviembre, porque todos los días debemos combatir este terrorismo. Si en este país 52 personas fuesen asesinadas por un hecho concreto, en este caso el de ser mujeres, estaríamos hablando de terrorismo.  

¿Qué opina de que algunas instituciones públicas eliminen o cambien los símbolos que identifican la lucha contra la violencia machista?

Estamos asistiendo, con cierta perpelejidad, como algunos ayuntamientos están tratando de invisibilizar la violencia machista. Es cierto que en nuestra sociedad, por desgracia, todavía hay muchas clases de violencia. Hay familias que sufren violencia intrafamiliar, hay padres que pegan a sus hijos, hay hijos que pegan a sus padres o abuelos, pero eso no significa que la violencia de género no exista. Hay ayuntamientos que están eliminado el concepto el violencia contra las mujeres, dejándolo solamente en violencia; o modifican la simbología. Cuando un ayuntamiento pone un lazo blanco o decide iluminar su fachada de naranja lo que está haciendo es tratar de confundir, de invisibilizar. Este es un problema real que existe, que no es ideológico, sino físico. Lo sufren las mujeres físicamente y que, por tanto, tenemos que combatirlo. Me preocupa mucho más que eso después se traduce en políticas. 

¿Cómo se puede frenar esta corriente?

No vamos a consentir que se utilicen los recursos del Gobierno regional para este tipo de acciones. Vamos a estar muy vigilantes y tomaremos medidas concretas. No vamos a estar transfiriendo fondos a ayuntamientos que después los utilizan para otra finalidad. Hay partidos políticos que están ya en las instituciones que tienen asumido con una naturalidad la negación de la violencia de género y eso se traduce en un retroceso. Y esos discursos negacionistas les llegan a los agresores, dotándoles de impunidad, pero más preocupante es que les llega a las víctimas, transmitiéndolas que lo que les está sucediendo no es importante o, lo que es peor, que lo que les está sucediendo es culpa suya. ¿Cómo se combate? Con pedagogía y con toda la sociedad en su conjunto, concienciándoles y, especialmente, con la gente más joven. 

¿Teme que estos discursos negacionistas provoquen que haya mujeres que no se decidan a denunciar?

Sí. Estoy bastante preocupada por estos discursos de algunos representantes públicos que culpabilizan a las víctimas, niegan la existencia de la violencia de género o dicen que no hay que invertir ni un solo euro de dinero público en la red de los 87 centros de la mujer que tenemos en la región o en los 15 recursos de acogida. Pensamos que lo primero que hay que hacer es poner una denuncia, pero hay muchas veces que es contraproducente. Lo que tienen que hacer las mujeres, o sus familiares o amigos, es acudir a los centros de la mujer. Allí van a tener a profesionales que les van a decir cómo tienen que actuar para combatir esa situación. Frente a esos discursos de la negación, nuestro discurso es poner a disposición todos los recursos que tenemos desde el Gobierno regional. 

Preocupante también es el aumento de casos de agresiones sexuales entre menores, producto del uso de las redes sociales. ¿Qué opina?

Las redes sociales tienen una parte muy positiva, pero también una muy negativa. Estamos comprobando como el entorno digital está influenciando de una manera bastante negativa a las personas más jovenes. En estos días conocíamos un estudio que decía que, de media, los niños y las niñas accedían al porno con 8 años. Lo tienen al alcance de la mano, a través de los dispositivos móviles. Eso también les enseña una realidad que no se corresponde en nada con unas relaciones basadas en el respeto y el consentimiento. Al final se educan viendo o normalizando situaciones de violencia, de sumisión… Creo que eso no ayuda. Ponerle puertas a ese campo realmente es complicado. Estamos viendo como las redes sociales o la inteligencia artificial han llegado para aportamos cosas buenas, pero también tienen una parte muy negativa y todavía no somos conscientes de cómo lo podemos controlar. Las personas más jóvenes asumen discursos también más radicales. Creo que, de alguna manera, también se ha contribuido a hablar en términos de radicalidad desde algunos gobiernos y de tratar de avanzar a lo mejor demasiado rápido y eso ha generado un efecto rebote en las personas más jóvenes, especialmente en los chicos que se han sentido atacados. Siempre digo que vamos a conseguir una sociedad igualitaria y libre de violencia machista si vamos de la mano. Las mujeres no lo vamos a conseguir solas. Debemos conseguirlo con los hombres que, por cierto, no todos son unos agresores o violadores. Hay hombres, los menos, que entienden que las mujeres no somos ciudadanas de pleno derecho como ellos y sienten que pueden agredirnos, maltratarnos o comprar nuestros cuerpos a través de la prostitución, pero esos son los menos. Estoy convencida de que la mayoría de los hombres quieren avanzar en igualdad y los necesitamos como cómplices para que nos ayuden a salir de esa situación. Estoy convencida de que, poco a poco, lo vamos a lograr. Debemos bajar el diapasón y tratar de trabajar con las personas más jóvenes. 

A tenor de ese estudio del que hablaba, ¿es partidaria de la corriente de controlar el uso de móviles en menores de 14 años?

La educación de los hijos e hijas depende de los padres. Es importante educar en valores tanto en los hogares como en los centros escolares. Tendríamos que ser también capaces de hacer un gran pacto social en el que los medios de comunicación no consientan o no potencien comportamientos desiguales. Un adolescente debe entender que, cuando accede al porno, eso que está viendo no es real. Que una relación entre un hombre y una mujer no se puede materializar en términos de sometimiento.  

¿Es importante, más que nunca, que mañana las calles griten un 'no' alto y claro contra la violencia de género?

Es importante estar en la calle, pero es más importante trabajar día a día. Que las mujeres que sientan que están siendo víctimas de la violencia machista sepan que estamos aquí para cuidarlas y protegerlas y que tenemos a su disposición recursos y  profesionales que las pueden ayudar. No hace falta poner una denuncia, sino simplemente tienen que ir allí y contar lo que les está pasando y les van a dar los mejores recursos para salir de esa situación. No tienen que tener miedo porque la sociedad, en su conjunto, está aquí respaldándolas.