Las lluvias están siendo más generosas este otoño y están regando buena parte de la provincia, sin embargo, el nivel de los embalse apenas registra variaciones e, incluso, en algunos casos, ha ido a menos, por lo que la pregunta es: ¿Dónde va a parar el agua de lluvia?
Antes de responder a esa pregunta hay que exponer los datos que constatan esta situación. El pasado mes fue uno de los 25 más lluviosos en 100 años en Ciudad Real. En la zona del embalse de Torre de Abraham, el más grande de la provincia, se han registrado 166 litros de precipitaciones, frente a los 10 que cayeron el año pasado, sin embargo, la presa ha perdido agua: de 17,8 hectómetros cúbicos ha pasado a 17,3. En el caso del Gasset, del que se abastece la capital y su comarca, la cantidad de lluvia acumulada ha sido de 88 litros, frente a los 23 del año pasado. Sus reservas también han bajado, de 12,9 a 12,2 hectómetros.
Estos son los dos embalses que registran las mayores pérdidas, aunque en el Vicario, tan sediendo de lluvia como está, han caído 84 litros (19 el año pasado), con unas reservas que apenas han cambiado: de 0,6 a 0,7 hectólitros, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG). El embalse de Peñarroya es la excepción, con un aumento significativo de más de tres hectómetros gracias a las lluvias caídas en las últimas semanas.
Para el director técnico de la Mancomunidad de Servicios del Gasset, Alfonso de la Morena, la explicación se debe principalmente «a que no se ha acumulado la suficiente cantidad de agua para que haya escorrentías en arroyos y ríos», de manera que la lluvia «se queda en el subsuelo por el déficit hídrico» acumulado en los últimos años por la sequía.
No se trata solo de cuánto llueve, sino también de cómo llueve. De la Morena comentó que «si en vez de 80 litros en un mes caen en cuatro días, sí habría escorrentías». De no ser así se podrían necesitar 150 litros al mes para que haya una recarga en los pantanos.
Campaña informativa. Por esta razón, explicó que el Gasset sigue en situación de emergencia por sequía. «Está en el filo de la navaja», dijo de manera gráfica para comentar que el suministro está garantizado «para un año o año y medio, si seguimos haciendo un uso sensato y responsable del agua».
Por ello, la Mancomunidad del Gasset ha lanzado una nueva campaña para informar a los ciudadanos de que, «aunque ha llovido más y creemos que ya no hay sequía, la situación de los embalse es más o menos igual», dado que apenas ha habido recarga, por lo que ve «imprescindible» que los ciudadanos mantengan la guardia alta en el uso responsable del agua.
Pero en estos recursos hídricos que parecen haberse 'esfumado', también inciden otros factores, como es el caso en la zona de Torre de Abraham. La presidenta de la Comunidad de Regantes, María del Mar Rodríguez, explicó que la campaña de regadío finalizó el pasado 31 de octubre, aunque en las dos semanas anteriores no regaron gracias a esas lluvias que cayeron. Atribuye el descenso de recursos de la presa a que «está desembalsando al Bullaque».
En declaraciones a La Tribuna afirmó que desde hace dos semanas la presa está soltando «un chorro considerable» de agua, de manera que se está yendo para la zona del río: «Por El Robledo y Retuerta está todo lleno de agua», asevera. Rodríguez considera que se están «devorando» estos recursos que se podrían almacenar en el embalse y que «sería bueno para todo, hasta para beber», dijo expresando su disconformidad.
Por su parte, la CHG avanza en su parte de sequía de noviembre que «a pesar de haber tenido un mes de octubre relativamente lluvioso, la situación no ha mejorado en los embalses de los que dependen las principales zonas regables de la cuenca, por lo que, de continuar así, la campaña próxima puede ser muy complicada, con restricciones generalizadas en toda la cuenca».