Se reanima la obra nueva con licencias para 260 viviendas

A. C.
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El parque inmobiliario de la capital se expande con casi el doble de autorizaciones para empezar a construir entre enero y septiembre que en todo el pasado 2023

Se reanima la obra nueva con licencias para 260 viviendas - Foto: Tomás Fernández de Moya

En pleno debate nacional sobre el problema del acceso a la vivienda, Ciudad Real rejuvenece su parque inmobiliario con la aprobación de licencias municipales para la construcción de un total de 264 inmuebles de nueva planta, ubicados en los cuatro puntos cardinales, dentro y fuera de ronda. La mayoría son viviendas unifamiliares, pero el Ayuntamiento también ha dado luz verde a varios proyectos residenciales. Entre enero y septiembre, la Junta de Gobierno Local ha concedido casi el doble de autorizaciones que en todo 2023.

En concreto, el Ayuntamiento ha aprobado licencias para la construcción de 264 viviendas de nueva planta en los nueve primeros meses del presente ejercicio, más de 400 desde el 1 de enero de 2023. Además, muchos de los proyectos incluyen piscina, garaje y trastero. Destaca la expansión del parque inmobiliario en la zona sur de la ciudad, en el entorno del nuevo hospital, entre la carretera de Puertollano y el tramo que discurre entre las rotondas del helicóptero y la de Hernán Pérez del Pulgar. Además de una casa unifamiliar en la calle Alvar Gómez, se levantarán sendos bloques en Diego de Mazariegos y Giraldo de Merlo, de 41 y 30 viviendas, respectivamente.

También se detecta una importante actividad en la zona oeste de la ciudad, más allá del recinto ferial. En los últimos veinte meses, el Ayuntamiento ha aprobado licencias de obra para la construcción de alrededor de una veintena de unifamiliares en las calles que llevan por nombre países de Europa: Rusia, República Checa, Islandia, Eslovenia, Rumanía, Ucrania y Bielorrusia, entre otras.

Una de las promociones más importantes se encuentra dentro de ronda: un residencial con más de un centenar de viviendas de precio tasado (VPT) en régimen de cooperativa frente a la Puerta de Toledo, con piscina, trasteros, plazas de garajes y locales. Sobresale, asimismo, otra promoción de 30 viviendas en la avenida de los Descubrimientos.

Agilización.

«La bajada de tipos, la reactivación en cierta medida de la compra de vivienda y la aceleración de trámites urbanísticos intervienen decisivamente en que en una ciudad se pueda acelerar la actividad de construcción», explica el presidente regional y provincial de los empresarios de construcción, Manuel Carmona, que recuerda que «la construcción de vivienda es una de las actividades que más depende del entorno macroeconómico».

Muchas veces, el otorgamiento de dicha licencia no coincide más que con el final de un largo proceso administrativo iniciado hace meses o años. Por ello, Carmona hace hincapié en que «una condición necesaria, aunque no suficiente, para que se ponga vivienda en el mercado es la agilización y rapidez de los permisos y licencias, decisivos no sólo para la actividad económica de un municipio, sino como en este caso para posibilitar la oferta de vivienda».

Por su parte, el portavoz del equipo de Gobierno, Guillermo Arroyo, subraya que «el plan de simplificación administrativa y el refuerzo de personal en el área de Urbanismo están favoreciendo la reducción de los plazos en la tramitación y un crecimiento de las licencias». Estos datos, añade el edil, repercuten en una mayor riqueza para la ciudad y suponen un acicate para seguir trabajando en pro de la agilidad de la Administración local.

De local comercial a vivienda: sólo cinco solicitudes

El cambio de uso comercial a residencial, transformando locales comerciales en desuso en viviendas, es una forma cada vez más recurrente de atender a la creciente demanda de inmuebles en las grandes ciudades, debido a que su precio, en muchos casos, es inferior a lo que supone la inversión o adquisición de un inmueble 'tradicional'.

La transformación de locales en viviendas está a la orden del día en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga, aunque en Ciudad Real es una práctica, de momento, por extendida. La Junta de Gobierno Local sólo ha atendido cinco casos en los últimos dos años, todos en calles del centro.