Las primeras luces del día evidenciaron el destrozo causado por la violenta tormenta de granizo, algo nunca visto hasta ahora. Y antes de que abrieran sus puertas los talleres de Ciudad Real ya había gente "desesperada" aguardando para que repararan sus vehículos: lunas reventadas, parabrisas, retrovisores, abolladuras ... "Estamos desbordados", han coincidido en señalar los dueños de varios talleres como Javier Alba de 'Albatur Automoción'. "Tengo un nudo en el estómago desde ayer", asevera tras confesar que pasó "miedo" como la inmensa mayoría de los vecinos cuando a las 18:10 una negra y enorme nube descargó una tormenta de granizo cuya virulencia no recuerdan ni los más viejos del lugar.
Javier Alba estaba en su taller ubicado en el polígono Larache cuando "se oyó un estruendo tremendo, como un choque de varios vehículos". El pedrisco (bolas de hielo de entre seis y ocho centímetros) impactó con una fuerza del demonio contra el tejado de uralita. "Salimos corriendo, caían piedras como pelotas de golf, pero teníamos que salvar los coches de clientes que estaban fuera del taller. Cuando entramos de nuevo, en cuestión de escasos minutos, pensamos que el techo se venía abajo. Fue horrible". Pero pudo más el deber de salvar los vehículos de los clientes que el miedo y Javier Alba se entregó a esta misión para evitar daños mayores si el techo del taller acababa desplomándose.
Pero lo peor para su taller estaba por llegar. Cuando creía que todo había pasado, el cielo volvía a abrirse y a descargar con furia otra tromba, otro pedrisco. "El sobre techo se vino abajo. Todavía tengo el nerviosismo en el cuerpo", dice esta mañana en declaraciones a La Tribuna.
Desde primeras horas ha acudido a su taller mucha gente para preguntar sobre sus coches y otras dónde dirigirse para las reparaciones de las lunas. "Han venido desesperados por la situación. En los talleres donde reparan las lunas hay colas enormes y en Carglass están dando cita para octubre", coinciden los propietarios de talleres consultados por este digital.
Los daños del pedrisco en vehículos desbordan los talleres"Estábamos remontando algo, poco, tras el confinamiento por la pandemia, y ahora nos viene esto. Es una catástrofe en todos los sentidos. Estamos desbordados y asustados por la situación que se nos viene encima", confiesa Javier Alba.
Todos esperan que las compañías aseguradoras respondan. Pagan unas "abultadas pólizas precisamente para ciertas cosas que gracias a Dios no pasan nunca o solo una vez en la vida".
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La zona del cementerio, una de las más castigadas. "La gente ha llegado nerviosa y pidiendo que se arregle su coche cuanto antes", señala Santiago Torres del taller Mecánica Torres Auto tras confesar que nunca ha vivido algo igual y que los coches han llegado con grandes abolladuras en techo, capo y puertas y lunas destrozadas. "Coches con chapas fuertes destrozados".
En declaraciones a este digital indica que la zona más castigada ha sido la del cementerio de Ciudad Real, donde el pedrisco ha destrozado un buen número de vehículos, las lunas delanteras y traseras propiciando la entrada de agua. "Estaban llenos de agua", subraya para, a renglón seguido, añadir que, a la vista de los daños en los vehículos y ciudad, "si el pedrisco pilla a una persona la mata".