Las vivencias de Turrillo se hacen pregón de la Semana Santa

J.M.Beldad
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Fue un pregón muy personal en el que se erigió como meganarrador omnisciente de la Semana Santa a través de sus vivencias y de su "yo" cofrade

Magno Pregón de la Semana Santa de Ciudad Real - Foto: J.M.Beldad

El pregonero de la Semana Santa de Ciudad Real, Francisco José Turrillo, entró al Teatro Quijano este sábado al compás melancólico de Valle como dijera otro pregonero. Porque sonó la marcha Virgen del Valle, elección de Turrillo, cuando ocuparon sus asientos en las tablas del teatro municipal Rafael Melgar, consiliario de la Asociación de Cofradías; Francisco Cañizares, alcalde de Ciudad Real; Antonio Cabrera, vicepresidente de la Asociación de Cofradías y Julio Santiago Sánchez, presentador del pregonero y capataz ciudadrealeño. También acompañaron al pandorgo de 2015 sus "hermanos" pandorgos, tanto el de hogaño como de antaño.

Julio Santiago fue el encargado de presentar a Turrillo, evocando a su relación de amistad y acabó sus versos en la cofradía del pregonero y en su días: Las Penas y el Martes Santo. Lucía el Quijano lleno en su patio de butacas, aunque es de recibo mencionar el trajín de gente hablando, entrando y saliendo del teatro.

Pasadas las 20.30 y tras terminar la Banda Municipal de interpretar la segunda marcha elegida por el pregonero, Jesús de las Penas, de Pantión, comenzó la declamación del pregón, en pastas carmesí, por parte de Turrillo que comenzó con una oda a su "Ciudad Real del alma mía" en el atril donde "se aposentan los sueños de todos los cofrades".

Aseguró Turrillo sentirse "muy honrado" de pregonar la Semana Santa en el año del Jubileo de la Esperanza: "Abrid las puertas a Cristo, abrídselas de par en par esta noche". Hizo el pregonero, "a riesgo de vanagloria", un repaso de su vida "semanasantera y cofrade muy trabajada y agotadora". Culminó la introducción con un recuerdo a su abuela Virginia y a su padre Francisco.

Dibujó un repaso el pregonero por todas las imágenes cristíferas de Ciudad Real uniéndolo con los sonidos de la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva, de la que es fundador y que tuvo un papel muy importante en el pregón. Con ello arrancó los primeros olés del respetable.

"Ay de mí", bromeó el pregonero, rememorando sus primeras veces como penitente en Ciudad Real en la Hermandad de la Misericordia, con una túnica que no le encajaban los ojos. 

Llegó Turrillo a uno de los momentos más emocionantes cuando habló de su padre, que durante muchos años llevó la cruz de guía de la Hermandad del Silencio, "y lo hacía como petición y como penitencia para que no le faltara trabajo". Y se le escapó alguna lágrima al recordarlo y al mencionar que fue enterrado con su túnica.

Fue entonces cuando Turrillo pegó el primer puyazo de su texto cuando habló de que los tiempos de cambio cofrades en Ciudad Real llegaron gracias a la hermandad de la Flagelación, y aseguró que debería salir de la parroquia en la que se fundó, Santo Tomás de Villanueva, cruzando el parque de Gasset.

Siguió Turrillo, en un pregón muy personal en el que se erigió como meganarrador omnisciente de la Semana Santa, a través de sus vivencias y de su "yo" cofrade, desgranando los devenires de las cofradías ciudadrealeñas desde sus inicios en ellas. Cabe destacar que habló de todas y cada una de las hermandades de Ciudad Real. Aunque se llevó todo su afán su Hermandad de las Penas, "que conseguí que salieran del Carmen", y de la nueva imagen de Jesús Resucitado, que llegó a la ciudad durante su mandado en la Asociación de Cofradías.

Tuvo un recuerdo especial para el Cristo del Perdón y de las Aguas, una de las hermandades más antiguas de la ciudad y una de sus cofradías. Habló también de las "cofradías señoronas" de San Pedro y de la Catedral como espejo de lo de antes. Y cerró su pregón tuteando a la Semana Santa ciudadrealeña, a la que llamó de tú y la trató de amada. Saludó una ovación el pregonero y recibió el recuerdo por parte del alcalde.

Concierto de la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva

Quiso Francisco José Turrillo, como fundador, que la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva participara del Magno Pregón de la Semana Santa. Interpretaron Ángeles del cautivo, A mi Señor de las Penas, La caridad de Cristo, Un cáliz de fe y Tú dulce angustia.

Estrenaron la marcha Lacrimosa, perteneciente al Réquiem en re menor, K. 626 de Wolfgang Amadeus Mozart, versionada magistralmente por Cristóbal López Gándara tras el encargo de la agrupación en el verano de 2024.