Joni Antequera, el nombre detrás de Amatria, ha lanzado lo que es su sexto álbum, 'De las cenizas', la muestra de cómo resurgir tras una época de cambios vitales, desde su mudanza a Toledo hasta su primera paternidad salpimentadas por la pandemia, circunstancias que le llevaron a "perder pie". "No me reconocía, era como un extraño, no sabía lo que hacía, qué era... una sensación chunga", tal y como reconoce en entrevista con Europa Press, añadiendo que de nuevo recurrió a "las canciones como bálsamo". "Son canciones terapéuticas y con ellas me curo. Me hacen bien. Y de esas cenizas, estas canciones", relata como carta de presentación del álbum.
Con la premisa del que necesita curarse y acaba haciéndolo a golpe de arte aparece su sexto disco en forma de blíster de 12 pastillas que dibujan un camino que transita del pop al techno con parada en baladas, rap, canciones populares e incluso una nana, plagado de primera persona y todas con esencia 'Amatria' donde, reconoce el artista, nota su propia madurez.
"Eso es algo que llega. Empiezas a ver otras cosas, te pasan otras cosas... Antes hablaba de asuntos que quizá no eran tan importantes, aunque sí para mí. El escenario cambia y cambia lo que a mí me importa y ahí sí que se nota la madurez", explica.
En la coctelera de 'De las cenizas' Amatria agita todos los ingredientes que componen su propia existencia, y tal y como relata, comparten oxígeno en el álbum todos "sus amores". "He metido la voz de mi chica, hablo de los sitios de mi infancia y de los de ahora".
EMPEZAR POR EL FINAL
Amatria arranca 'De las cenizas' cogiendo el tradicional Miserere y retorciéndolo hasta convertirlo en un tema de 'clubbing' que podría cerrar cualquier Sonar Festival; con un esquema que recuerda al 'Humanos Vs Máquinas' que cerraba su cuarto disco, 'Algarabía', y que le sirvió entonces para abrir todos los shows en los que vistió de largo al álbum en salas de toda España.
Son los mismos planes que tiene para 'Miserere', que servirá para levantar el telón de las inminentes presentaciones. Un tema realizado "sin objetivo religioso". "Es una armonía tan bestia, tan bonita, que quería que la gente la bailase".
Tras este 'amouse bouche' arranca el disco con 'La nube', tema "un poco abstracto" y que habla "de estar mal, de estar bien y de estar eufórico".
'Lagartija', tercera entrega, es la primera de todo el recorrido en explorar la unión de fuerzas con otro artista, en este caso con Fito --Siloé--. Hay que irse a 2022, cuando Joni quiso "reflotar" Amatria, para entender este tema.
"Estaba arrancando la moto. Recuerdo que estaba bastante mal, pero a la vez currando mucho. Iba al estudio por las tardes en verano y me encontraba lagartijas en mi camino...", rememora.
Con 'Llámame loco' la escucha se encuentra con otra textura y arranca de la mano de una guitarra española. "No me han llamado nunca 'loco' a la cara, pero en mi oficio es raro no hacerlo. No lo digo por echarme un piropo... pero si me preguntan qué tipo de música hago, respondo: 'hago pop, hago electrónica, y esto es casi flamenco".
Paula Serrano se cuela en 'Sol y sombra' en una comunión perfecta en la cordillera de los agudos junto con la voz de Amatria, una mezcla que "queda muy bien".
El tema, de los primeros en componerse, se explica retrocediendo un poco en el libro de historia de Amatria. "Después del anterior disco, estaba en mitad de hoyo. Aquí me venía bien otra textura, porque hablo de cosas chungas", detalla Joni, quien tenía claro que quería 'colabo' con Paula, pero fue finalmente ella la que eligió tener presencia en este tema. "Justo la canción que yo quería".
Lo que parece de salida un canto al amor, 'Donde me lleva', "no habla tanto de ello, aunque lo nombre". "La escribí después de un 'after', volviendo a casa en tren, y relata una situación vivida", señala.
Sobre el tema que da nombre al disco y que recuerda en su arranque al 'Kids' de MGMT, señala Amatria que es un tema que con Pau Paredes, su productor, "cambió completamente" una vez que llegó al estudio, de donde salió "más oscura".
CANTO DE AMOR A TOLEDO... Y A CIUDAD REAL
La primera incursión en un rap con la que se atreve el ciudadrealeño llega con 'La tierra del lince', un canto de amor ha Toledo, con quien a tenor de la letra ha formado "un equipo" y donde cada día "duerme mejor" viviendo "en las novelas de Cervantes".
"Yo vine a aquí a criar. Iba a tener una hija, y vine con mi chica a Toledo. Es una declaración de intenciones, vine a otra historia, a otra fase de mi vida, donde nació alguien que es parte de mí pero no es de donde yo era, sino de donde yo estaba", explica.
Así, este culipardo, sin ser de Toledo, admite "flipar" en el paseo cada vez que lleva a su hija a la guardería.
Una canción que "no habría sido tan explícita" si no hubiera pasado "tantas cosas fuertes" en la Ciudad Imperial.
El tema preludia a 'Techno Manchego', con el que Amatria empezó a enseñar la patita del disco. "Esa canción la quería sacar, estaba en esa época en la que necesitaba diversión, hedonismo, sátira... En Ciudad Real ha gustado, aunque alguno haya pensado que me estaba cachondeando. Pero en el fondo, es un canto de alegría".
Tras 'Ay por favor' primero, llega la penúltima, 'Busco', tema que refleja su particular "abismo" en la búsqueda de la soledad tras la pandemia. "Antes curraba en casa hasta que fue imposible. Habíamos pasado el encierro y no encontraba la soledad, la intimidad para poder crear. Escribir y componer es un acto íntimo. En esa búsqueda, cuando iba por la calle, empecé a silbar esta melodía de lo que acabó siendo el tema".
La última, 'Nana para Jon', da lo que promete y se convierte en la perfecta guinda del pastel. "Me venía a la cabeza esta canción todos los días y se la empecé a cantar. Le puse letra, la armonicé con la guitarra, ¡y para el disco!", detalla, confirmando que cumple su función, ya que Jon coge el sueño con esta sintonía.
MADRID Y TOLEDO, DE ROJO EN EL CALENDARIO
Con el disco vestido y peinado es hora de sacarlo a pasear, y de las primeras fechas confirmadas, la del 23 de febrero en Madrid y el 13 de abril en Toledo ya están marcadas en rojo.
Un trabajo, el tercero, bajo la propia discográfica que el propio Amatria impulsó, Vanana Records. "No sé si somos el mejor sello indie, pero vamos como un tiro", indica, apuntalando su estrategia de "dar a cada banda su espacio y su atención. "El reto ahora es no perder eso".