Científicos del Grupo de Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), con sede en Ciudad Real, han planteado la necesidad de aplicar medidas para evitar riesgos asociados a la ganadería extensiva que pasta en zonas en las que hay residuos procedentes de la minería.
Los investigadores han hecho estas recomendaciones tras hacer un estudio que se ha centrado en evaluar la salud de las cabras que se crían en extensivo en antiguas zonas mineras, por la abundancia de residuos mineros abandonados, así como su repercusión en la seguridad alimentaria de la leche, han indicado este lunes en una nota de prensa.
Para hacer el estudio, han utilizado un enfoque experimental bajo condiciones reales de manejo por parte de los ganaderos, que ha permitido dar una visión de las complejas interacciones entre la contaminación ambiental por metales, la salud animal y la seguridad alimentaria tomando como base antiguos distritos mineros en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona, al sur de la provincia de Ciudad Real, que suman una superficie de 226.000 hectáreas.
Nivel elevado de plomo en sangre
Los resultados del estudio han revelado que las cabras que pastan en zonas afectadas por la contaminación minera presentan niveles elevados de plomo en sangre, con diferencias apreciables entre rebaños que pueden estar en parte relacionadas con su estado reproductor, ya que las cabras que se encuentran en lactancia excretan este metal a través de la leche.
Además, se ha observado que la exposición al plomo estaba relacionada con un aumento del estrés oxidativo, lo que pone de manifiesto la ocurrencia de efectos tóxicos subletales asociados a la exposición al plomo.
Aunque no se han detectado efectos significativos en la respuesta inmune celular, lo que sugiere una resistencia relativa a la inmunotoxicidad del plomo en los niveles de exposición detectados.
En lo que se refiere a seguridad alimentaria, un aspecto crítico del estudio fue la transferencia del plomo a través de la leche, y al respecto los investigadores han determinado que aunque la mayoría de las muestras de leche se encontraron dentro de los límites establecidos por la Unión Europea, el 11 por ciento de las muestras analizadas excedió el nivel máximo de plomo permitido para el consumo humano.
Propuestas
Según los autores, los datos que ha revelado el estudio apuntan a que sería necesario mitigar los riesgos asociados a la presencia de residuos mineros contaminados en espacios usados para la cría de ganado en extensivo a través de medidas como el aporte de suplementos minerales ricos en calcio y fósforo que reduzcan la biodisponibilidad gastrointestinal del plomo una vez que éste es ingerido por los animales.
Asimismo, entienden que es necesario actuar sobre los suelos más altamente contaminados, por ejemplo, las escombreras, limitando el acceso del ganado a estos lugares.
A su vez, en el ámbito de la seguridad alimentaria, los autores del estudio también proponen que sería recomendable la monitorización continua de la calidad de los alimentos procedentes de las ganaderías afectadas por la contaminación por plomo, con el fin de garantizar la protección de los consumidores.