La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) celebró ayer la Junta de Explotación con las comunidades de regantes de los embalses, que salieron «satisfechos» con las dotaciones de agua asignados para la campaña de este verano, teniendo en cuenta las buenas cifras que albergan las presas por lo general gracias a las últimas lluvias.
En dicha reunión se les trasladó la propuesta de regadío a la espera de su aprobación definitiva en las próximas semanas. De este modo, los regantes de Torre de Abraham contarán con 33,3 hectómetros cúbicos, el máximo que tienen de concesión y lo que esperaba la presidenta de la comunidad de regantes, María del Mar Rodríguez, quien en los últimos días aseguraba que ya contaban con hacer uso de 31,6 hectómetros cúbicos.
Los regantes del embalse de Peñarroya están por su parte entre la satisfacción y la cautela. Celebran que vayan a contar con 18,61 hectómetros cúbicos para regar, teniendo en cuenta que se temían lo peor, ya que la presa solo dispone de 25 hectómetros y está aliviando para el caudal ecológico y, además, reserva otro volumen para el abastecimiento a las poblaciones de Tomelloso y Argamasilla de Alba. Su presidente, Bernabé Ruiz, recordó que siempre siguen una política de ahorro de agua. «Nos suelen asignar 25 y todos los años nos sobran cuatro», dijo tras mostrarse precavido para evitar que el embalse se quede sin agua a mitad de campaña. Explicó que en esta zona de la provincia está ya «casi todo plantado», a falta de los hortícolas, el melón y la sandía. En cualquier caso, destacan lo positivo de estas lluvias para evitar los riegos que, de lo contrario, serían necesarios ya en estas fechas.
En Peñarroya cuentan con 7.860 hectáreas y son alrededor de 2.000 comuneros. Actualmente están llevando a cabo un ambicioso proyecto de modernización consistente en la instalación de una tubería de acero de la balsa de la presa hasta las balsas 1 y 2 que tienen en la zona, con el objetivo de llegar a 5.700 hectáreas y reducir así el uso de energía, del mismo modo que darían el 'relevo' al canal de conducción que se extiende por 7,7 kilómetros y se encuentra «muy deteriorado». Además, está a cielo abierto, lo que supone mayor evaporación en periodos de calor. Supone una inversión de 21 millones, financiados en un 80% por Europa y el 20% restante por los comuneros.
Por lo que respecta al embalse del Vicario, no ha habido sorpresas. Su presidente, José Luis Amores, informó a La Tribuna que le asignarán ocho hectómetros cúbicos, «lo mismo que el año pasado». Cree que podría ser suficiente para regar las 5.100 hectáreas de la zona y están «preparando ya» las siembras, a la espera de que finalicen las lluvias. En muchos casos cuentan con riegos por goteo, pero también por pivot por aspersión. Amores comentó que el reto es llevar a cabo su automatismo, aunque explicó que es muy complicado dada la inversión que supone y los años que no cuentan con dotación. «No se puede hacer una inversión así para regar dos años y estar cinco sin regar», expuso.
Por último, a los regantes del Gasset le asignaron cinco hectómetros cúbicos, lo mismo que el año pasado y lo previsible también por los regantes.