El teletrabajo en Ciudad Real de lo testimonial a desigual

Manuela Lillo
-

Fecir lo vincula al tipo de empresas con las que cuenta la provincia, con más peso en el comercio o agroalimentación, y CSIF asegura que «queda mucho camino por recorrer»

El teletrabajo en Ciudad Real de lo testimonial al desigua - Foto: Rueda Villaverde

Hace justo cinco años que el coronavirus puso patas arriba la sociedad dando lugar a un confinamiento insólito, que derivó en su vertiente laboral en el teletrabajo. Con el estado de alarma, las empresas y las administraciones tuvieron que adaptarse a marchas forzadas a esa nueva realidad que llevó los ordenadores a casa para trabajar, si bien, cinco años después, el trabajo ha vuelto en gran medida a la 'vieja normalidad'.

El teletrabajo es «testimonial» en las empresas, principalmente en las pequeñas y medianas empresas, que son las mayoritarias en la provincia, mientras que en el caso de las administraciones públicas, tiene una presencia algo mayor, aunque «desigual», en algunos casos durante ciertos días a la semana o en algunos horarios, según informaron a La Tribuna el secretario general de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir), David Plaza, y el presidente del sindicato CSIF en Castilla-La Mancha, Lorenzo Domínguez.    

Plaza explicó que, en las empresas, la opción del teletrabajo no es muy solicitada por los trabajadores, salvo casos puntuales, relacionados con cuestiones de conciliación o con ciertas circunstancias, por lo que en el caso de las empresas ha quedado de manera más residual. 

Indicó que, si bien el teletrabajo ha llegado para quedarse, depende mucho del modelo de las empresas, pues reconoció que en sectores como «el comercio puro y duro, la hostelería o el sector agroalimentario, hay poca vía posible para el teletrabajo». Son ámbitos profesionales que requieren de la presencialidad. 

Los perfiles.

Sin embargo, detalló que otro tipo de profesionales, como los vinculados a la informática, ciertos despachos o perfiles muy profesionalizados que trabajan con las nuevas tecnologías, pueden desarrollar estas tareas desde casa. Sin embargo, reconoció que con la irrupción del Covid «no nos quedó más remedio», aunque en muchos casos los trabajadores prefieren «el trato directo» y «la relación social con los compañeros». Estos son, de hecho, algunos de los puntos a favor de la presencialidad en las empresas, mientras que en el lado del teletrabajo se encuentra la comodidad o el ahorro en desplazamientos.

Pero ni el teletrabajo ha experimentado el boom que se imaginó con la pandemia, ni tampoco ha quedado enterrado del todo, dándose el caso también de una opción mixta. 

David Plaza aseguró que el teletrabajo hay que vincularlo directamente con el tipo de empresas de la provincia. Detalló que «en Ciudad Real no hay grandes empresas digitales y las empresas agroalimentarias tienen una gran presencia», así como las de comercio, hostelería o construcción, por lo que indicó que no es éxito o el fracaso del teletrabajo en sí, sino del propio modelo productivo de la provincia. 

De hecho, los datos de afiliación laboral por sectores reflejan que el más numeroso es el de comercio, con 26.932 trabajadores, lo que supone 421 menos en relación con el mismo mes de hace tres años, en febrero de 2022, cuando se podía dar por superada la crisis del Covid. También destacan los 24.000 de la industria o los 20.000 de actividades sanitarias, mientras que llaman la atención dos cosas: el descenso de hasta 5.000 profesionales de Administraciones Públicas, Defensa y Seguridad Social, o el incremento de hasta 4.400 afiliados en el ámbito educativo. 

En la administración.

Por lo que respecta a las administraciones públicas, desde CSIF distinguieron entre la Junta y la Administración General del Estado. En la primera, en 2021, se firmó un decreto de teletrabajo, si bien «sigue siendo un asunto pendiente en la administración», ya que hay «poco personal que puede acogerse a lo que se ha demostrado que es una medida positiva». Entre las ventajas, Lorenzo Domínguez señaló la flexibilidad horaria, la conciliación, el aumento de la productividad, el ahorro en desplazamientos, la eficiencia energética, la reducción de la siniestralidad o la apuesta por zonas despobladas, entre otros. 

En todas por igual.

«Pedimos que se aplique por igual en todas las consejerías y en todas las delegaciones provinciales», dijo tras exponer que entre los requisitos se incluye que el teletrabajo no supere el 50% de la jornada laboral en el conjunto semanal, con un mínimo de dos días presenciales. Están exentos de esta modalidad puestos como el de coordinador, dirección, inspección o los que requieren la atención física al público, entre otros. 

Por lo que respecta a la Administración General del Estado, el presidente regional de CSIF indicó que su implantación es «muy desigual y no ha tenido continuidad» en algunos casos, aunque donde más se desarrolla es en Hacienda o Justicia. En el caso de la Administración del Estado, es de hasta tres días. Recordó que en 2021 se firmó un decreto para desarrollar el que se había firmado en 2020, si bien se ha ido «parcheando y no afrontando realmente el tema», concluyó.