Algunas personas, cuando sienten emociones como alegría, tristeza, nostalgia, amor o soledad, eligen hacer deporte, escuchar música, leer o algo relacionado. Algunos escriben. Otras cantan. El protagonista de esta historia se sienta al piano, inspira, le da a grabar y se pone a tocar: «Lo que salga», comenta. Y todo esto a más de 5.700 kilómetros de casa, en medio de una vorágine de exigencia y competitividad.
Barba Santos lanza su primer disco de estudio titulado Emotions, una obra en la que cada pieza captura una emoción específica que el artista experimentó durante su proceso de composición. Este proyecto, disponible ya en plataformas como Spotify, marca un hito en la trayecto-ria del músico, quien ha decidido explorar su lado más personal y libre en esta aventura, que ha llevado a cabo mientras estudia el doctorado en la Manhattan School of Music, en Nueva York.
Barba relata que la idea de grabar un disco surgió de manera espontánea, al darse cuenta de que llevaba dos años grabando improvisaciones y pequeñas composiciones mientras estudiaba. «Eran improvisaciones y pequeñas composiciones que utilizaba porque me emocionaba escucharlas por la noche», explica. Con el tiempo, reunió unos doce audios en bruto, y fue entonces cuando decidió darles forma para consolidar su primer trabajo discográfico.
Alberto Barba en su visita a Ciudad Real en Navidad - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl disco consta de diez piezas, cada una de ellas titulada con la emoción que representa. Para Barba, ser fiel a lo que sentía en el momento de la composición fue crucial: «No puedo componer nostalgia si estoy contento, ni felicidad si estoy triste. Necesitas una emoción muy fuerte para transmitirla en la música», afirma.
Una de las piezas más significativas del disco, Pena, nació tras la pérdida de una amiga cercana. «Me enteré estando delante del piano, empecé a tocar y lo grabé. Esa música refleja todo lo que sentía en ese momento», comenta el pianista.
El proceso de grabación fue intenso, pero gratificante. Acompañado de su novia, su hermano y algunos amigos que se dedican al mundo del diseño y de la producción musical, Barba grabó el disco en el que dicen que es uno de los mejores estudios de Madrid para grabar clásico. En apenas cinco horas completó todas las piezas, una experiencia que des-cribe como inolvidable: «Fue una experiencia brutal. Estaban conmigo personas muy cercanas, y eso lo hizo mucho más especial». Sin embargo, el camino no estuvo exento de retos.
Alberto Barba en la grabación del disco - Foto: Ulises Hervás«Grabé los audios en bruto, pero luego descubrí que había que masterizar y mezclar. Fue un proceso muy laborioso, pero también muy enriquecedor», confiesa.
La postproducción del disco fue supervisada por Pedro O'Connor, el ingeniero responsable del mastering. con quien Barba trabajó de cerca para perfeccionar el sonido. «Hicimos hasta diez versiones del disco, ajustando cada detalle para que sonara exactamente como yo quería», asegura. Además, el músico tuvo la oportunidad de escuchar el resulta-do final en una sala de escucha profesional en Toledo: «Todo estaba acondicionado para que el sonido fuera perfecto. Escuchar el disco en esas condiciones fue como si estuviera tocándolo en vivo, y eso me emociona».
Emotions también es un reflejo del apoyo incondicional que el pianista ha recibido de su entorno. Des-de la gestión hasta el diseño del disco, amigos y familiares han jugado un papel fundamental en el proyecto. «Me siento muy arropado. Cada uno ha aportado su granito de arena, y eso se nota en el resultado final», agradece.
Portada del disco de Alberto Barba - Foto: Ulises HervásEl lanzamiento de este disco representa, además, un punto de inflexión en la carrera de Barba. Hasta ahora, el pianista había estado más centrado en la interpretación de obras clásicas, pero con Emotions se adentra en un terreno más experimental y personal. «Cuando tocas a Beethoven, sientes la necesidad de no faltar al respeto a la obra. Pero cuando tocas algo que has creado tú mismo, la experiencia es completamente distinta. Te sientes libre», explica. Esta libertad también se reflejará en el concierto de presentación del disco, que Barba describe como una oportunidad para «ser yo mismo y hacer lo que me gusta».
El pianista también reflexiona sobre el futuro y no descarta seguir explorando este camino. «Ha sido un proceso muy dificil, pero tambien muy gratificante. Ahora que hemos empezado a aprender, creo que el próximo disco será algo más sencillo de producir, aunque seguro que con algunas cosas nos vuelve a costar», dice entre risas. Aunque por ahora está centrado en disfrutar de este primer trabajo, ya comienza a pensar en nuevas ideas y proyectos. También señala que, como a muchos pianistas, le ha picado el 'gusanillo' de grabar esas composiciones «que tan-to estudiamos y machacamos en nuestro día a día».
Con Emotions, Alberto Barba Santos cree haber intentado demostrar su talento, pero cuando uno lo escucha, se atisba su capacidad para conectar con las emociones humanas a través de la música. Este primer disco, fruto de la pasión, del talento y del esfuerzo, ha sido compuesto, en soledad, en un apartamento de Harlem, a 5.000 kilómetros de casa. Cierren los ojos y elijan ustedes qué emoción les trae eso. Y, ahora, denle al play.