En el Pleno de la Diputación, celebrado este lunes, el portavoz del PSOE, José Manuel Bolaños, retó a la Institución provincial a salirse del Plan de Empleo de la Junta de Comunidades en vez de criticarlo por cofinanciarlo. Y el equipo de Gobierno ha recogido el guante, y está estudiando dejarlo y crear uno propio «más potente» y con cambios que contemplen «más flexibilidad» en la contratación, ya que desde el Gobierno provincial consideran que el actual «no atiende a las necesidades de los ayuntamientos» como les trasladan algunos de los alcaldes de la provincia. 

La diputada y portavoz del equipo de Gobierno de la Diputación, Rocío Zarco, ha hecho hoy estas declaraciones durante la rueda de prensa en la que dio cuenta de las inversiones y ayudas aprobadas en la última Junta de Gobierno. A preguntas de los periodistas, aseguró que «en breve» se decidirá si continuar o no con un Plan de Empleo «que no gusta a los ayuntamientos», que piden modificaciones, como por ejemplo, «contratar a jóvenes». Propuestas que la Diputación recogió en una carta enviada al presidente regional, Emiliano García-Page, quien «ha contestado que no atenderá a nuestras peticiones que, en realidad -dijo Zarco- son las de los pueblos». «Los alcaldes aseguran que el plan no está funcionando y que no tienen autonomía a la hora de la selección», enfatizó. 

Acompañada de los diputados provinciales Maribel Mansilla y Adrián Fernández, se refirió también a la cofinanciación con datos. En este sentido, señaló que la Diputación aporta al plan 11,5 millones de euros frente a los 10,5 millones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. «Aportamos más dinero que el Ejecutivo autonómico a un plan que es regional y que no está atendiendo a las necesidades de los ayuntamientos». De ahí, que la Diputación esté valorando abandonarlo y crear un plan propio «mucho más ambicioso, que podría complementarse por separado con el de la Junta, tal y como ocurría en los tiempos en los que Nemesio de Lara (PSOE) era presidente de la Institución provincial. No dejaremos desamparados a los parados de la provincia», señaló al tiempo que confió en que esos más de diez millones que vienen destinados a la provincia para la contratación sigan «llegando de la manera que sea». 

Desde el PSOE. El portavoz del PSOE en la Diputación, José Manuel Bolaños, declaró que con esta decisión, el presidente, Miguel Ángel Valverde, «recupera las malas prácticas del pasado, muy características de la época oscura de Cospedal, volviendo a hacer política del empleo a través del sectarismo». Bolaños subrayó que la gestión del empleo «no debe tener color político» y recalcó que Valverde «se empeña en introducir el sectarismo en todas las políticas provinciales que salen de su partido». Los socialistas reiteran la importancia de «cuidar» estos planes de empleo, una «herramienta clave para mejorar las condiciones laborales y reducir el desempleo».