Un retablo «único» por sus corladuras

Ana Pobes
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La iglesia de San Bartolomé de Valenzuela cuenta con un altar «poco común» por su técnica y que ha sido restaurado con 61.400 euros

Un retablo «único» por sus corladuras

El retablo mayor de la parroquia de San Bartolomé de Valenzuela de Calatrava luce nueva imagen tras algo más de tres meses de trabajo dirigidos por los conservadores y restauradores Natividad Poza y Modesto Rodríguez. Se trata de una obra «única en la provincia por su valiosa técnica de corladuras (barniz que dado sobre una pieza plateada y bruñida la hace parecer dorada)», comentan los párrocos in solidum Marcos Sevilla y Matías Rubio. Opinión que comparten sus restauradores, quienes aseguran que «tiene un estilo muy poco común y difícil de encontrar». Y en Ciudad Real, en Valenzuela de Calatrava, hay uno de ellos. 

El retablo sufrió «importantes desperfectos» durante la Guerra Civil. Se destruyeron los paneles laterales del sotabanco y banco, el gran manifestador central, las imágenes originales, peanas de las calles laterales y las molduras decorativas que enmarcan el retablo a cada lado. Después de un detallado estudio, el soporte era lo que más dañado se encontraba. «Nos encontramos con aberturas que separan las piezas entre sí y las hace inestables en el tiempo, pudiéndose producir riesgo de desprendimiento», señalan los restauradores. Pero la pérdida de molduras y piezas constructivas y la suciedad de la policromía han sido algunos otros deterioros. 

Los trabajos de los últimos meses han consistido en la limpieza superficial de la obra, la consolidación del soporte, la limpieza y fijación de policromías y dorados, así como el sellado de grietas y el barnizado final de protección con un presupuesto de algo más de 61.400 euros, que han sido financiados por la Asociación del Campo de Calatrava y donaciones. Diferentes actuaciones a  las que se han sumado también la restauración del escudo de los marqueses de Torremejía que corona el retablo. Un escudo de casi dos metros de altura que «lleva las cuatro familias del marquesado de Torremejía. Los marqueses están enterrados a los pies del retablo, donde hay cuatro generaciones».    

Un retablo «único» por sus corladuras
Un retablo «único» por sus corladuras
Así, «gracias al esfuerzo de los restauradores, de la colaboración de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava y de los vecinos se ha puesto en valor un retablo de ejemplo único y excepcional del rococó» que se construyó en 1772 y es obra del arquitecto y escultor Juan Joseph Mollor Briones, natural de Almagro. Tras esta primera fase, quedaría una segunda en la que se llevará a cabo una recomposición de algunas de las piezas originales del tallista Juan Del Pino Escabias y perdidas durante la Guerra Civil.