Hace unos días, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) situó a la inmigración como el principal problema para los españoles, por delante del paro o la vivienda, justo cuando la población de origen extranjero está en máximos históricos en España. Los habitantes nacidos en otro país superan los 8,2 millones de personas y ya suponen el 17,1% del censo, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE). Un porcentaje que cae prácticamente a la mitad en la provincia de Ciudad Real, que tiene trece municipios con más de un 10% de residentes foráneos.
A fecha 1 de enero de 2023, la provincia ciudadrealeña tenía censadas a 491.927 personas, de las que 41.699 eran de origen foráneo, un 8,5%. Desde el boom de la inmigración de principios del siglo XXI, el crecimiento de la población extranjera aumentó rápidamente en España. La crisis económica contuvo las llegadas y empujó las salidas, aunque el ritmo migratorio se retomó con la recuperación. La radiografía de Ciudad Real es similar a la del resto del país, con un pico máximo de 46.194 extranjeros en 2012, el 8,7% del total. Desde 2020, el número de habitantes nacidos en otros países va en aumento, aunque Ciudad Real es una de las provincias españolas con menos población extranjera, la que presenta un menor porcentaje en Castilla-La Mancha.
En términos relativos, Llanos del Caudillo es el municipio con más población extranjera, un 19,9% de sus 697 habitantes censados. Uno de cada cinco. En general, las comunidades de inmigrantes más numerosas se concentran en localidades donde el sector primario es el principal motor económico. No en vano, los trabajadores foráneos aportan ya el 40% de la mano de obra en el campo. «Los españoles no quieren hacer el trabajo duro y al final tienen que echar mano de la gente de fuera», explica el boliviano Jorge Torrico, presidente de la Asociación de Inmigrantes Simón Bolívar, vecino de Tomelloso desde hace dos décadas. Explica que la convivencia, como colectivo, es «normal», nada ha cambiado en los últimos años, aunque «hay situaciones complicadas de personas a título individual y siempre las habrá». En cuanto a la adaptación, reconoce que los latinos, especialmente por el idioma, lo tienen «mucho más fácil» que inmigrantes de África.
Por detrás de Llanos del Caudillo, con un 16,2% de población inmigrante, se encuentra Herencia, y le siguen Pedro Muñoz, Bolaños de Calatrava, Tomelloso, Socuéllamos, Cózar, Argamasilla de Alba, Anchuras, Retuerta del Bullaque, Las Labores, Alcázar de San Juan y Villanueva de los Infantes. En la otra cara de la moneda, en relación con el número total de habitantes, Puebla de Don Rodrigo, Ballesteros de Calatrava, Hinojosas de Calatrava y San Carlos del Valle son los municipios con un menor porcentaje de vecinos extranjeros. Villar del Pozo no tiene ningún foráneo censado.
procedencia. Por primera vez, la comunidad sudamericana es la más numerosa en la provincia de Ciudad Real, con 14.128 habitantes censados, el 33,8% del total. La representación de países es amplia, pero destaca sobre todo Colombia, por delante de Paraguay, Venezuela, Ecuador y Bolivia. Si se suman a los extranjeros procedentes de Centroamérica, Caribe y América del Norte, la cifra se eleva a 17.700.
A continuación, con 12.992 personas censadas, se sitúan los países de la Unión Europea (31,1%), con Rumanía como principal punto de origen en el global de la provincia. Del resto de países europeos, destaca la presencia de ucranianos. Y en tercer lugar, los extranjeros procedentes de África representan el 18,3% del total, con Marruecos a la cabeza. Ciudad Real cuenta con 1.483 asiáticos censados (3,5%) y con tan solo 19 vecinos de Oceanía.