"La música te da capacidad de superación"

Diego Farto
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La pasada semana era seleccionada para la beca Superarte del Grupo Sifu, lo que le permitirá perfeccionar sus estudios de canto en la Escuela Superior de Katarina Gurska

"La música te da capacidad de superación"

Fue noticia la pasada semana por haber sido seleccionada para la beca Superarte del Grupo Sifu, lo que le permitirá perfeccionar sus estudios de canto en la Escuela Superior de Katarina Gurska. Es un nuevo paso de una carrera de cantante lírica que inició de adulta, cuando le diagnosticaron esclerosis múltiple y decidió ayudar con su voz en el hospital de Ciudad Real.

¿Cómo empezó con la música?

A mí siempre me ha gustado la música, tocaba el piano, después empecé canto, tarde para mi edad, puesto que la edad siempre es un handicap, pero mi discapacidad, en lugar de una barrera, ha sido un impulso de superación. A través de la música he podido crecer; he podido presentarme a la beca del Grupo Sifu, también estuve becada por la Fundación Universia y el INAEM, y gracias a ella pude hacer cursos en la Royal Academy de Londres. La verdad es que he tenido mucha suerte, porque en todo este trayecto me he ido encontrando con gente maravillosa que ha creído en mí.

¿Qué espera de esta nueva escuela en Madrid?

Siempre espero aprender, nunca me marco ninguna meta; pero sobre todo disfrutar. Es una escuela en la que todos los profesores son muy reconocidos, algunos son compañeros, puesto que he coincidido con ellos en otros grupos, tienen mucho talento y una carrera artística muy buena. Yo no me considero mejor que nadie por estar allí, pero sí que tengo el privilegio de poder disfrutarlo y de aprovechar la beca para desarrollar mi capacidad artística.

¿Qué le ha aportado la música a la hora de enfrentarse a la esclerosis múltiple?

Muchísimas cosas, creo que la música es una terapia necesaria en los hospitales. La música te da una capacidad de superación, que te va ayudando a superar inseguridades. La emoción se crea de una forma mucho más fácil a través del arte. Hubo un tiempo en que me quedé sin poder andar, sin poder hablar, tuve que valerme de la música, pero de la forma que podía, que era cantando. Me di cuenta de que era muy terapéutico, además estoy estudiando primero de psicología en la UNED porque me he dado cuenta de que había todo un campo en el mundo de la rehabilitación. En psicología descubres  cómo actúa la música en el hipocampo, que es una maravilla.

El acceso al Conservatorio, ya de adulta, ¿fue una barrera difícil de superar?

Cuando era pequeña me matricularon mis padres, mi padre aprendió a tocar de oído y a mí de niña me dieron una flauta y aprendí a tocar Las cuatro estaciones de Vivaldi, de modo que me matricularon. Pero dejé mi carrera de piano cuando tenía once años o así y volver cuando tenía 35, era muy duro, tenía que exponerme otra vez a estudiarme tres obras ópera para ver si conseguía entrar.

¿Qué tiene que tener una canción para que la adopte como suya?

Yo soy lírico ligera, para mí las obras de la ópera italiana, las arias, son ideales. Pero al final también tengo que hacer cosas que no van conmigo, pero tampoco me molesta, aunque sí reconozco que soy muy de pasión.