Sabor Quijote viaja este año a Infantes, Daimiel y Criptana

Ana Pobes
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Con un presupuesto de casi 670.000 euros, la Institución provincial suma estos destinos a los de fuera de la provincia, como Murcia, Sevilla y Valladolid, y que ya se avanzaron en Fitur

Sabor Quijote viaja este año a Infantes, Daimiel y Criptana - Foto: Tomás Fernández de Moya

La vicepresidenta primera de la Diputación de Ciudad Real y responsable del Área de Impulso Sociocultural y Turístico, María Jesús Pelayo, ya adelantó bajo el marco de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) los destinos de fuera de la provincia en los que este año la Institución va a llevar la nueva edición de Sabor Quijote, que en 2025 se promocionará en Valladolid, Sevilla y Murcia. Pero lo que no se sabía hasta ahora, eran los destinos de la provincia que acogerán esta iniciativa turística y que, según ha podido saber La Tribuna, serán Campo de Criptana, Daimiel y Villanueva de los Infantes. En total, seis destinos, uno más que el pasado ejercicio, en el que Sabor Quijote 'viajó' hasta Piedrabuena, Socuéllamos, Córdoba y Madrid sin poderlo hacer en Valencia, lugar donde inicialmente también se había previsto, pero que tuvo que suspenderse por solidaridad ante las trágicas consecuencias de la DANA. 

El programa Sabor Quijote se ha convertido en una de las iniciativas más importantes para promocionar la identidad y los valores de la provincia, aprovechando la figura universal de Don Quijote para mostrar al visitante un territorio diverso y lleno de riqueza. El evento tiene como objetivo acercar los productos y atractivos turísticos de la provincia de Ciudad Real a otros lugares a través de encuentros que incluyen degustaciones de productos locales y demostraciones gastronómicas, entre otras muchas actividades. 

«Un ambicioso proyecto de promoción provincial que surge para abarcar no sólo el aspecto gastronómico de nuestra provincia, sino también para promocionar nuestros pilares básicos, como son la cultura, patrimonio y naturaleza»,  destacó Pelayo hace un mes, cuando en rueda de prensa hizo balance de las diferentes actividades organizadas desde sus respectivas áreas en 2024. Fue entonces cuando subrayó que el programa, con una inversión de 300.000 euros, ha llegado a más de 3,5 millones de personas, con el apoyo de influencers y blogueros, sin contar con radio, prensa y televisión. «La apuesta más importante en promoción turística que se ha hecho en la historia de la Diputación», resaltó. Y esa apuesta por incluir en la promoción de la provincia de Ciudad Real no solo su riqueza gastronómica, sino también su patrimonio cultural, histórico, turístico y natural se ha visto incrementada este año con un mayor presupuesto, con una inversión que llega a los 669.795 euros. 

El objetivo principal es atraer a un mayor número de visitantes, ligando las múltiples fortalezas de la provincia a nuevas oportunidades de desarrollo económico de la mano del embajador más universal, el Quijote. Y para lograr ese reto, destaca el esfuerzo que ha hecho la Diputación, con Miguel Ángel Valverde al frente de la presidenciam para proyectar esta nueva imagen de Ciudad Real vinculada a la figura del ingenioso hidalgo no solo a nivel provincial, sino en el contexto nacional e internacional de cara a generar oportunidades de desarrollo y bienestar para la provincia.

«Tenemos tanto por lo que presumir y tenemos un embajador tan universal que lo que tenemos que hacer es aprovechar todo eso», declaró el presidente de la Institución provincial, Miguel Ángel Valverde, el pasado mes de octubre en Almagro, donde la Iglesia de San Agustín fue el escenario elegido para la presentación de la nueva etapa de la iniciativa Sabor Quijote, un proyecto que «evoluciona para incluir en la promoción de la provincia de Ciudad Real no solo su riqueza gastronómica, sino también su patrimonio cultural, histórico, turístico y natural». Sin embargo, el PSOE no lo tiene tan claro, ya que los socialistas de la Diputación han tildado el nuevo formato de «fracaso» y de un «escaparate político sin alma, debido a la necesidad de PP y Vox de imponer su sello a costa de destruir lo que funcionaba».