El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) de España ordenó esta semana el ranking de la presión fiscal que soportan los vecinos de las capitales de provincia del país, colocando a los madrileños como los que más pagan y a los pamploneses como los que menos. Los primeros, por encima de los 1.000 euros, los segundos, por debajo de los 450 euros. Entre medias, los ciudadrealeños. Pagaron el año pasado 756 euros por impuestos directos, indirectos y tasas municipales. Son 50 euros más que la media del país. 

El estudio Panorama de la Fiscalidad Local 2024 elaborado por el REAF contempla el esfuerzo que supone pagar del IBI, el que más llena las huchas de las administraciones locales, el Impuesto de Actividades Económicas, el ICIO, la plusvalía y el de vehículos de tracción mecánica, además de tasas e impuestos indirectos. En los dos primeros, los ciudadrealeños pagan más que la media del país, en los tres últimos, menos. 

Según el REAF, se pagan en la capital 488 euros de media en impuestos directos. Y 372 son para pagar el IBI. Ciudad Real aparece entre los diez municipios donde más se paga por este impuesto de media, y eso que la Concejalía de Hacienda ha amortiguado, y mucho, el impacto que supone ese impuesto para sus vecinos. Ciudad Real está entre las capitales de provincia donde más se ha reducido la cuota en los últimos años: 80 euros de media desde 2018. Solo ha bajado más en Oviedo, Barcelona y Palma de Mallorca. A la hora de recaudar, Madrid vuelve a estar a la cabeza, con 471 euros de media que tiene que poner cada vecino, mientras que en Pamplona, el esfuerzo que hacen sus habitantes para pagar la contribución apenas llega a 146 euros. 

También ocupan una posición destacada los vecinos de la capital de la provincia a la hora de pagar el impuesto de vehículos de tracción mecánica. Son los novenos que más se rascan el bolsillo en España: 58 euros de media, once euros más que la media de las capitales, mientras que es más desahogado para el bolsillo de los ciudadrealeños el esfuerzo para cumplir con sus obligaciones fiscales con el cuestionado impuesto de patrimonio, apenas 13 euros de media, la novena presión más baja del país, el de actividades económicas, 19 euros, la quinta más baja de España, y el ICIO, que supuso, en 2023, un desembolso medio de 20 euros, entre los 15 más económicos de las capitales.