Con la primavera llega también la campaña de la declaración de la Renta y con ella el consejo que se da todos los años de revisar qué deducciones hay en cada comunidad autónoma, pues pueden variar mucho de unas regiones a otras y eso se acaba traduciendo en euros. En Castilla-La Mancha el Gobierno regional mantiene las mismas deducciones que en la última campaña, pues no ha hecho ninguna modificación en la ley de medidas tributarias. 

La portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, destaca que Castilla-La Mancha es una de las regiones de España en la que más se desgrava. Está entre las cuatro con más deducciones y supera a comunidades vecinas como Madrid o Castilla y León, aventajando en un 80 por ciento los beneficios fiscales de otras como Andalucía o Extremadura. «Estamos entre las cinco comunidades donde menos IRPF se paga si se suman tipos máximos y mínimos», recalca.

Deducciones en vivienda. Con el problema de la vivienda pendiendo como una espada de Damocles, Castilla-La Mancha tiene varias deducciones para los alquileres cuando el arrendatario es  un joven de menos de 36 años, familias numerosas, monoparentales o con una persona con discapacidad. También hay deducciones si el alquiler va aparejado a operaciones de dación en pago. 

Dentro del ámbito inmobiliario los menores de 40 años también tendrán deducciones por los gastos en intereses de préstamos para adquisición de una vivienda habitual. Además en las zonas rurales o afectadas por despoblación, hay deducciones específicas adquisición de vivienda o por traslado de residencia. 

Deducciones por hijos. Al margen del ámbito de la despoblación o de la vivienda, Castilla-La Mancha mantiene las deducciones por nacimiento o adopción de hijos, por gastos de guardería u otros de tipo escolar, desde libros de texto a enseñanza de idiomas.

Además en Castilla-La Mancha desgravan las donaciones que se hagan con fines culturales, investigación o cooperación inernacional.

«Hemos conseguido subir al podium de las deducciones fiscales», recalcó Padilla, «tenemos desgravaciones que van dirigidas a las familias, a fijar la población en zonas rurales y que tiene muy en cuenta a nuestros jóvenes». 

Recalcó que en los diez años de Page en el Gobierno regional no se han subido los impuestos. «Page se comprometió a congelar la política fiscal. Así lo hizo y lo cumplió», remarca Padilla, «tenemos una política fiscal acordada y congelada, las dos cosas». La única excepción, de hecho, sería la eliminación de las bonificaciones que tenía el PP del impuesto de sucesiones y donaciones para las cuantías más altas.