Desde hace semanas, el Partido Popular de Castilla-La Mancha no perdona que Emiliano García-Page critique públicamente la ley de amnistía y las consecuencias que tendrán para la comunidad autónoma y España pero –señalan– luego dé la orden a los suyos para votarla en el Congreso de los Diputados.

Un día más, el diputado regional del PP Santiago Serrano, en rueda de prensa en Toledo, consideró que el presidente de Castilla-La Mancha tiene «la credibilidad en mínimos bochornosos» pues censura la citada ley, pero luego «no acude al Senado cuando está en juego la unidad nacional».

Recordó que el presidente catalán, Pere Aragonès, sí acudió este pasado lunes a la Cámara Alta, donde habló de «dos cosas fundamentales para la agenda rupturista que tiene en connivencia con el Partido Socialista de Pedro Sánchez», que afectan a la unidad de España y también directamente a Castilla-La Mancha. 

Una de estas afirmaciones del presidente de la Generalitat fue que la amnistía ha dejado de ser inconstitucional y que lo mismo pasará con el referéndum de autoderteminación, y en segundo lugar, que el sistema de financiación «es una losa para Cataluña».

Pero ante esta alusión al sistema de financiación «que perjudica clarísimamente a Castilla-La Mancha», enfrente de Aragonès había «un sillón vacío», ya que García-Page no quiso acudir a la comisión.