El proyecto Despoblamiento y Despoblación en los Municipios de la Provincia de Ciudad Real (D2CR) ha llegado a su fin este verano tras cinco años de análisis que han dejado una herramienta para comprender el fenómeno de la caída de habitantes y por qué se produce en unas localidades y no en otras. El proyecto ha acabado con un informe en el que analiza lo ocurrido en los años de la pandemia y deja como conclusión que es la migración lo que ha hecho que la tendencia a la baja de unas localidades se convierta en aumento de población, y que el llamado efecto COVID, la vuelta a los pequeños municipios, no fue tal.
El director de D2CR, Francisco Ruiz, explicó que el informe se ha realizado con los datos que hay del año 2023, «los últimos oficiales» que existen, y donde «se ha observado que en la provincia se ha producido una recuperación de la población en los últimos años, siguiendo la tendencia general de Castilla-La Mancha y España». En este sentido, del análisis realizado en este lustro de investigación ya sabían que entre 2008 y 2010 se produjo una bajada de población que dura hasta los años 2016 o 2017, en que se 'perdieron' unos 30.000 ciudadrealeños.
La recuperación, explicó, se ha debido a la migración porque el crecimiento vegetativo, la diferencia entre fallecimientos y nacimientos sigue en saldo negativo. «Eso es un fenómeno debido al envejecimiento» y la caída de la natalidad. De su análisis todos los municipios, por tramos de población, aumentan la cifra de habitantes en extranjero. De hecho es la migración interna, los nacidos en España que se mudan a otros municipios, los que hacen que caiga la población en los últimos 20 años. Se trata de una situación de la que solo se escapa, Ciudad Real capital, el único municipio de la provincia con más de 50.000 habitantes y única localidad que crece en nacidos en otras provincias. Esta situación deja un saldo de 22.000 habitantes más en la provincia en las dos últimas décadas, teniendo en cuenta la migración, según los cuadros de ese último informe.
La migración frena la caída de población, más que el COVIDCon todo, Ruiz recordó que «seguimos siendo una de las provincias con menos porcentaje de población inmigrante, un 9%, cuando la media de España es de un 18%», pero se ha recuperado mucho y eso ha contribuido a mejorar el dato de población.
En cuanto al COVID, el documento relata que «tuvo impacto» en la mortalidad, pero solo un año, ya que luego hubo, incluso, un descenso en las muertes que se podrían prever por la estadística de años anteriores. «En 2021, la mortalidad del COVID casi no se nota y en los años 2022-23 la mortalidad ha sido menos alta que en años anteriores».
Respecto a la vuelta a los pequeños municipios, Ruiz recuerda que «en el año 2020 y 2021, los pueblos que mejoraron proporcionalmente mejor fueron pequeñitos», por esa búsqueda de zonas con poca población para evitar el virus, pero, a partir de 2022 volvimos a las tendencias que había de antes, y es que «los pueblos que más pierden población son los pequeños».
La migración frena la caída de población, más que el COVIDPara el catedrático no se trata tanto de una oportunidad pérdida con la pandemia, como de «tendencias» que estaban ahí desde hace años y que siguen. «Los motivos de esas tendencias no desaparecen por arte de magia», dijo de forma gráfica. «El trabajo que hay en los municipios pequeños es el que hay», recordando, por ejemplo, que el teletrabajo que sigue en estos momentos se da más en los municipios de mayor tamaño que en los pequeños.
Ruiz indicó que, tras este último informe se ve otra vez la necesidad de establecer estrategias estatales que permitan «corregir los desequilibrios de población». «La provincia puede apoyar a los municipios, sobre todo a los más pequeñitos, para intentar compensar las desventajas innatas a ser pequeños, pero hay muchos factores que no puede actuar una provincia sola» como, por ejemplo, las grandes infraestructuras o las políticas migratorias.
«D2CR ha dado datos de cada pueblo»
«Estos cinco años de D2CR han supuesto tener un conocimiento muy profundo de la realidad, pueblo a pueblo y ese era el objetivo», explica el director de esta iniciativa, que recuerda surgió en 2019, por encargo de la Diputación, que quería tener una herramienta para implementar medidas y ayudas a los municipios. «Ahora, cada alcalde de cada pueblo o cada empresa puede conocer perfectamente la situación», indicó. De hecho, la iniciativa, en la que participan Ruiz, Manuel Ángel Serrano y Ángel Ruiz Pulpón, como subdirector, todos profesores de la UCLM, subdirector, comenzó diseñando las herramientas para medir el fenómeno de la despoblación, por ejemplo, cómo se mide la economía agraria o las infraestructuras. Su labor queda en forma de web, alarcos.esi.uclm.es/d2cr/, por si hay futuros investigadores que quieran continuarla.