Objetivo: duplicar los estudiantes con altas capacidades

Hilario L. Muñoz
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La Consejería se encuentra en el ecuador de un proyecto a tres cursos, para detectar a alumnos con necesidades educativas por su talento. 16 centros de la provincia están en la iniciativa

Imagen de archivo de alumnos en una clase de la capital. - Foto: Rueda Villaverde

80 centros de Castilla-La Mancha, 16 de Ciudad Real, se encuentran probando un programa que busca evitar que el talento en las aulas se pierda por no haberse detectado. 'Mejora de respuesta educativa para el alumnado de altas capacidades' es la iniciativa que se puso en marcha el año pasado desde la Consejería de Educación y que se encuentra, en estos momentos, en su ecuador. Comenzó el año pasado con la designación de centros y los alumnos que formarían parte del programa, continúa este año con una criba, para determinar qué alumnos tienen altas capacidades y se cierra el que viene, con la edición de una guía y con el desarrollo de una propuesta educativa adaptada a cada estudiante. 

«El decreto de inclusión educativa, 85/2018, recoge, por primera vez, la necesidad de atender al alumnado que presenta altas capacidades», indicó a La Tribuna el consejero de Educación, Amador Pastor, quien señaló que siempre se había trabajado con los que tienen alguna discapacidad o barrera en el aprendizaje, pero esa norma abrió las puertas a otros estudiantes. El problema es que «la detección de las altas capacidades era complicada» y, por este motivo, la Junta se puso a diseñar un protocolo, que lanzó el curso pasado, con este programa a tres años. 

El objetivo de este programa es triple. En primer lugar, plantear cómo se detectan las altas capacidades, importante el plural, porque puede haberla en materias científicas, artísticas musicales o lingüísticas y su detección es diferente. Como segundo aspecto se quería destacar cómo actuar «una vez que se han detectado las altas capacidades», por lo que el programa lleva implícito una formación a docentes.

El consejero de Educación, Amador Pastor, explicó a La Tribuna que en los 16 centros de la provincia se eligieron al alumnado que participaría, un total de 657. Después, se hizo una primera criba, 136, que podrían tener altas capacidades, por la evaluación realizada en los centros. Si todos esos alumnos tuvieran altas capacidades, supondría duplicar las cifras actuales de estudiantes diagnosticados en la provincia, que es de 147, según el último informe del Ministerio de Educación. «Lo que se tratará de hacer con ellos es una evaluación psicopedagógica, con pruebas más específicas, para ratificar» su alta capacidad, dijo Pastor. Ya hay 32 alumnos que han concluido esa evaluación en la provincia, aunque no hay datos, hasta que concluyan todos, si hay o no alta capacidad.

La tercera fase implica el desarrollo de «la respuesta educativa» que se le ofrece a ese estudiante. Por ejemplo, si es necesario pasarlo dos cursos por encima o hacer un programa de fortalecimiento curricular en aquellas materias donde hay más fortalezas. «El programa educativo de ese alumno se tiene que diseñar de acuerdo al potencial educativo que tiene por sus altas capacidades», obviando la edad o el curso en el que se encuentra. En este sentido, Pastor comentó que es clave que se ajuste a cada estudiante, porque es importante el componente emocional. «En el inicio del próximo curso estará publicada la guía educativa para la respuesta al alumnado con altas capacidades» y que sirva para desarrollar ese acompañamiento a los estudiantes, indicó el consejero. 

Con las cifras del programa hay entre un 10 y un 20% de alumnos con altas capacidades, por lo que el objetivo es que no haya talento que se pierda. «Queremos llegar al 100% de los casos diagnosticados», apuntó el consejero, algo que confía se logre con el paso del tiempo, una vez se vaya adaptando el programa a todos los centros educativos de la región.