La tendencia es más vivienda unifamiliar y menos edificios en bloques y, cada vez, más grandes. Los datos de visados de nuevos proyectos residenciales en la provincia de Ciudad Real, referidos al año pasado, reflejan un sector de la construcción aún a medio gas, vieron la luz menos de 600 proyectos, en 2021 fueron más de 900, con una superficie a construir que se estiró por arriba, hubo meses en los que la superficie media a construir se disparó por encima de los 220 metros cuadrados, 17 más que las cifras alcanzadas en 2022, y por abajo: el mes con los proyectos visados más contenidos mejoró, también, en 11 metros cuadrados los datos referidos al mes con la superficie media más baja de 2022.
Según recoge el Colegio de Arquitectos, en la provincia, durante el pasado año, la superficie media de los nuevos edificios y viviendas unifamiliares que se visaron para empezar su construcción osciló entre los 221,9 de julio y los 162,4 metros cuadrados de marzo Solo en 2019 se construyó más 'a lo grande'.
Y se empezó a edificar, sobre todo, vivienda unifamiliar. En una proporción que no se daba desde 2016, cuando el sector atravesaba aún los años de resaca del estallido de la burbuja inmobiliaria. Por cada edificio que se empezó a levantar el año pasado, se visaron las obras de casi cuatro unifamiliares, un requisito legal que da luz verde a las obras porque garantiza que el proyecto a construir cumple con las normativas y está correctamente planificado.
El año pasado obtuvieron ese requisito casi 600 construcciones, la mitad, por ejemplo, de las visadas en 2010, con la diferencia de que las unifamiliares mantienen el tipo, son más o menos las que se empiezan a levantar en los últimos cinco años, mientras que los edificios marcaron en 2023 los peores datos desde 2016.