La provincia pegó un 'estirón' en la última década que se puede cuantificar en más de 25.000 bienes inmuebles. Edificios, casas, apartamentos, locales comerciales, fincas y terrenos agrícolas que aparecen ahora inscritos en el Registro de la Propiedad y que no estaban en 2013.
La mayor parte de esos nuevos bienes son los que se dedican al uso residencial. El ladrillo se centró en el negocio inmobiliario con más de 16.000 nuevos espacios en la provincia para vivir y que el Catastro localiza, sobre todo, en puntos como Ciudad Real capital, que añadió casi 2.000 nuevos bienes inmuebles de uso residencial en la última década; Daimiel, que ganó 1.300; y Tomelloso, que superó también el millar de nuevas viviendas. Después, Alcázar de San Juan, Puertollano, Malagón y La Solana dan forma a un listado que dibuja el crecimiento del parque inmobiliario en la provincia de la última década.
Pero además de viviendas, en los últimos diez años, Ciudad Real también ha crecido en bienes inmuebles dedicados a almacenamientos y estacionamiento. En una década hay 10.000 sitios más en la provincia que tienen este tipo de uso. En la capital, uno de cada tres bienes inmuebles se dedican a este fin. Hay más de 26.000, frente a los apenas dos que hay en Llanos del Caudillo, el municipio más 'residencial' de la provincia. Allí, ocho de cada diez edificios levantados en su término municipal son para vivir, tienen uso residencial. En Anchuras son apenas el 50%. En esta localidad, un exclave de la provincia, situado entre Toledo, Badajoz y Cáceres, priman los bienes industriales: son el 21 por ciento del total.
En cuanto a las principales áreas comerciales de la provincia, de nuevo la capital es la que acapara el mayor número de locales que se dedican a este fin. Hay más de 2.700 frente a los 1.300 que acapara Puertollano o los 831 de Tomelloso. En los tres municipios, pese a la crisis que atraviesa el sector y el cierre de locales, hay ahora, al cierre de 2023, más locales que al cierre de 2013:casi 400 más en la capital, 86 más en Tomelloso y 44 más en Puertollano.
A la hora de repasar los usos que se dan a los más de 467.000 bienes inmuebles que recoge el Catastro, Ciudad Real es la que más espacios culturales tiene, industriales, oficinas, edificios singulares y dedicados a la sanidad. Pero Tomelloso logra desbancar a la capital en los establecimientos que se centran en el sector del ocio y la hostelería. Tiene 53 en su término municipal, por los 43 que, según la estadística catastral, hay en Ciudad Real, mientras que Daimiel es el municipio con más bienes dedicados a uso deportivo (75) y Almodóvar del Campo el que más espacios mantiene de uso religioso, hasta 22.
Un crecimiento desigual
De los casi 26.000 nuevos bienes inmuebles que aparecen en el Registro de la Propiedad en la última década, la vivienda se lleva la palma, seguido de las zonas que se dedican a almacenamiento: 10.143 más en una década, con la capital sumando 2.134. En cuanto al uso industrial, la provincia ganó casi 2.500 bienes en diez años, con un fuerte empujón en La Solana, que añadió 460 bienes inmuebles en la estadística catastral. También por encima del millar de nuevos espacios están los que se dedican al comercio: 1.027 más, 386 de ellos en Ciudad Real, y los espacios deportivos vivieron también un boom: 679 más desde 2013, con Daimiel a la cabeza. En ese tiempo, la provincia solo ganó 88 bienes culturales, 19 en la capital.